Contribuciones de los Participantes en la Conferencia
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Jovino Nunez
Zimmerwaldkonferenz 2.0: Einleitungsbeitrag 02.050
Block 2 “Faschismus und Kriegsvorbereitung Hand in Hand”
von Jovino Nunez, ICOR Lateinamerika & Partido Comunista (ML) República Dominicana
Contra las guerras reaccionarias se imponen acciones revolucionarias
En reiteradas ocasiones hemos expresado que las guerras son inherentes a las fuerzas imperialistas y a las sociedades divididas en clases, y que, en consecuencia, para evitarlas se hace necesario tanto la derrota de los imperialistas como la de las clases dominantes en cada sociedad burguesa.
En esta lucha por la derrota de los imperios y el establecimiento de la nueva sociedad, la solidaridad internacional juega un papel fundamental. La burguesía de las naciones bajo la tutela del imperialismo cuenta con el apoyo condicionado de este y de la reacción mundial, razón por la cual se dificulta su derrota, sobre todo si las fuerzas revolucionarias no cuentan con los lazos solidarios de los partidos amigos de otras latitudes.
Las guerras actuales y las amenazas de nuevas confrontaciones cada vez de mayor envergadura, provocan el rechazo de grandes segmentos poblacionales que ven en estas solo luchas de intereses entre naciones imperialistas donde la clase trabajadora nada tiene que ganar.
Esta oposición de no a las guerras y sí a la vida cobra cada vez más fuerza y claridad entre las amplias masas que sufren con mayor tenacidad la profundización de la pobreza y las desigualdades sociales que como secuelas dejan estas.
De manera, que si bien es cierto que el fascismo y el conservadurismo a nivel global parecen ganar espacios, no menos cierto es que crece a la par, con matices cada vez más definidos de avanzada, un despertar del sentimiento democrático y revolucionario.
El capitalismo es promotor de odio y violencia a granel, induce al racismo, a la segregación de razas y de clases. Tal perversidad la vive América bajo el fascismo impuesto por Donald Trump, con las deportaciones masivas de migrantes de todas partes del mundo, pero en especial de América Latina. Y lo ha vivido por décadas Palestina bajo el hostigamiento constante del sionismo israelí, y la viven otras regiones del mundo, sometidas a la voracidad de los imperios.
Pero el descontento crece en los propios tentáculos del monstruo. Y al momento de escribir estos párrafos, se generan en diversas ciudades de los Estados Unidos jornadas de protestas masivas nunca vistas, encabezadas por trabajadores y migrantes latinos.
De todo esto se deduce que la guerra contra las guerras está en marcha. Solo hace falta mayores niveles de coordinación, de integración y de agitación. Contra las guerras reaccionarias se imponen acciones revolucionarias.
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ZORA
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 03.060
Bloque 3 “¿Cómo fortalecemos el movimiento mundial contra el fascismo y la guerra?”
por ZORA
Hola a todos, les envío un saludo muy cordial a esta Conferencia de Zimmerwald 2.0. Como ven, no estoy personalmente en Zúrich; me encuentro actualmente en Túnez. Desde aquí también informo sobre la Global Flotilla, me preparo junto con los demás para esta misión y, por supuesto, envío desde aquí mil saludos a todos los que están ahora en esta Conferencia de Zimmerwald, con saludos muy cordiales también de parte de todos los que se preparan aquí juntos para la misión, para zarpar en pocos días hacia Gaza. Por supuesto, aquí también nos preparamos para ello dando la bienvenida a las flotillas, a todos los barcos que ya han zarpado de España y naturalmente desde aquí también nos da una impresión especialmente política de toda esta misión.
Desde aquí también seguimos las noticias que nos llegan cada día desde Gaza. Es decir, vemos lo que Israel está haciendo actualmente en Gaza. Vemos cómo Israel mata de hambre, asesina y dispara sistemáticamente a personas en Palestina mientras hacen fila para conseguir agua potable o algo de comida.
Y todo esto nos motiva, por supuesto, a formar parte de la Flotilla Global de la Libertad y a formar parte de los barcos, de las tripulaciones que se dirigen en persona a Gaza. Para nosotros también es importante enviar un mensaje desde aquí, enviar saludos desde aquí, porque la Conferencia de Zimmerwald, por supuesto, se refiere directamente al genocidio que está ocurriendo actualmente en Palestina. Pues este genocidio en Palestina no está separado de todo lo que vemos cada día en el mundo.
El genocidio en Palestina, la guerra en Palestina, todo lo que Israel está haciendo actualmente en Palestina, no lo hace solo por su propia malicia, sino por una lógica imperialista. Y así lo debemos cualificar, así lo debemos analizar. Y por eso es aún más importante que el tema de Palestina tenga precisamente ese papel en esta Conferencia de Zimmerwald y que también encuentre aquí su lugar.
Para nosotros, como revolucionarios, naturalmente, es esencial que en tiempos de guerras imperialistas nunca nos pongamos del lado de dos Estados imperialistas, de dos Estados de la burguesía. Para nosotros está claro que estamos de manera consecuente e inquebrantable del lado de los pueblos oprimidos. Esto vale tanto para el pueblo kurdo como para el pueblo palestino.
Pero también son todos los pueblos en Oriente Medio que están oprimidos. Son las mujeres de Irán, que luchan día a día por su libertad, especialmente desde el asesinato de Jina Amini. Pero también son todos los pueblos, todas las personas, todos los oprimidos del Congo, de Sudán, de todo el mundo, donde vivimos crisis humanitarias, donde realmente sentimos los excesos y las consecuencias de las guerras imperialistas y de las relaciones de poder imperialistas.
Por eso, sí, este mensaje desde Túnez me parece muy apropiado. También represento aquí conscientemente una organización de mujeres, porque para nosotras, como mujeres, es muy, muy importante oponernos conscientemente a la guerra en Palestina. Pero no solo estoy aquí como una mujer joven dispuesta a navegar hacia Gaza por la libertad de Palestina, sino que también me pongo en camino con la conciencia de que quiero luchar por la libertad de todos los pueblos oprimidos.
Y no soy la primera mujer en la historia en hacerlo, en absoluto. Por un lado, hay muchas mujeres fuertes que luchan con nosotras. Pero también lo hacemos, o yo lo hago, siguiendo los pasos de cientos de mujeres que ya han luchado antes que nosotras.
Me gustaría mencionar aquí a Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, sobre todo a Clara Zetkin, que ya hace más de 100 años convocó conferencias de mujeres, de mujeres socialistas contra la guerra, porque ellas también se dieron cuenta de que, especialmente como mujeres, debemos oponernos a esta guerra lo mejor que podamos. Tenemos que luchar consecuentemente contra la guerra, pues toda guerra mundial imperialista se libra a costa de los oprimidos, de las y los trabajadores. Los imperialistas libran sus guerras, pero quienes sufren las consecuencias somos nosotros.
Somos las mujeres, son las personas LGBTI, son todos los que son oprimidos, los que son explotados. Por lo tanto, depende de nosotros, con nuestro especial poder explosivo, luchar contra estas guerras. Me parece muy bonito que tenga lugar esta Conferencia de Zimmerwald.
También me parece muy bonito que se celebre prácticamente al mismo tiempo que el inicio de la Flotilla Global de Verano. Son dos temas que, como ya he dicho, se complementan muy bien y que también son muy importantes para unir estas luchas. Por supuesto, también luchamos con la conciencia de Lenin, con la conciencia de todo lo que Lenin nos transmitió hace ya 100 años.
Pues también esas cosas nos guían hoy en día. Sus análisis sobre el imperialismo son fundamentales también para nuestro trabajo teórico aquí. Quiero terminar.
Les deseo una Conferencia muy exitosa. Me hubiera gustado mucho estar allí, pero me alegro escuchar todo lo que demás después de esta misión. Les envío saludos muy cordiales.
Sí, por una conferencia exitosa.
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ATIK Schweiz
Conférence de Zimmerwald 2.0 : Saludos 00.020
Discurso de Saludo ATIK – Suiza
En nombre de ATIK, quiero daros una vez más la bienvenida a la «Conferencia de Zimmerwald 2.0».
Me gustaría decirlo con las palabras del presidente Mao Zedong: «Bajo
el cielo reina el caos», y precisamente en este momento, en el que nos acercamos rápidamente a una tercera guerra imperialista de división, esta conferencia es una señal importante para luchar contra ello.
Lo vemos en los medios de comunicación, lo notamos en nuestro trabajo, en el trabajo político, cómo la guerra se introduce día a día en nuestra sociedad. Los imperialistas se están preparando intensamente para una guerra mundial. Ya sea en el ejército, ya sea en las escuelas, donde ahora se recluta psicológicamente a los jóvenes para el ejército, donde ahora también se invierte mucho en armas y, sobre todo, se actúa de forma brutal en política exterior
Para colmo, las potencias imperialistas quieren que los apoyemos, por ejemplo,
en el genocidio de Gaza, donde 60 000 personas y muchas más están siendo asesinadas,
muriendo de hambre y siendo expulsadas.
En realidad, me gustaría continuar con la cita de Mao, donde dice: «La situación es
excelente». ¿Por qué es excelente la situación? Es precisamente el momento en el que los socialistas debemos aprovechar estas contradicciones y organizarnos.
110 años después de la Conferencia de Zimmerwald de 1915, hoy también debemos preguntarnos: ¿Queremos solo protestar contra esta guerra o queremos organizar una revolución?
Esa fue la pregunta decisiva en la primera conferencia, y por eso estamos aquí hoy. Nos encontramos en una situación en la que la cuestión de la barbarie o el socialismo es más importante que nunca, o al menos desde la Segunda Guerra Mundial. Estamos aquí para organizarnos, para fortalecer el internacionalismo.
Por eso estamos felices y orgullosos de formar parte de esta conferencia. Quiero
dar las gracias sinceramente por poder formar parte de ella.
¡Abajo el imperialismo, el capitalismo, el patriarcado y el fascismo, viva el
proletariado internacional!
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Frank Hammer
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 01.010
Bloque 1 “Peligro de guerra mundial: ¿¡alerta roja!?”
por Frank Hammer
Antes de dar mi evaluación sobre el peligro de una guerra mundial, es importante poner en contexto el momento actual en los Estados Unidos. Los capitalistas del “MAGA” (Hacer América Grande Otra Vez) de Trump están convirtiendo rápidamente a Estados Unidos en un estado policial fascista y militarizado, y se dirigen hacia un golpe de Estado liderado por Trump. La construcción del complejo “militar-industrial-tecnológico” conlleva el creciente peligro de que se imponga la ley marcial en nuestras ciudades. Frente a estos desarrollos en Estados Unidos hay que tomar muy en serio el peligro de una guerra mundial.
El presupuesto militar de Estados Unidos ha crecido exponencialmente en las últimas décadas bajo ambos partidos del capital. Cuando Biden tomó el relevo de Trump 1.0, aumentó el gasto militar a 770.000 millones de dólares.
Cuatro años después, Trump ha aumentado esta cifra a más de un billón de dólares para el año fiscal 2026, 150.000 millones de dólares más que pedido por el Pentágono. Mientras que la clase dominante “liberal” denuncia a diario la “One Big Beautiful Bill” (“Gran ley maravillosa”) de Trump, no critica el enorme gasto militar adicional. Como era de esperar, los medios de comunicación capitalistas guardan silencio.
Los más de 1 billón de dólares representan un aumento del 13 % con respecto al año 2025 y constituyen casi el 63 % del gasto total del gobierno estadounidense. Los fondos se gastarán en muchos sectores: en tierra, mar y espacio, incluida la modernización de la guerra cibernética y nuclear. Se invertirán en las 500 bases militares nacionales y las 850 bases en el extranjero. Estos dólares seguirán militarizando la base industrial estadounidense y los 3.200 kilómetros de frontera con México, y seguirán financiando la guerra subsidiaria en Ucrania y el genocidio sionista en Gaza.
Parte de este dinero es simplemente un “anticipo” para el desarrollo de una versión estadounidense del “Iron Dome” (Cúpula de Hierro) israelí, llamada “Golden Dome” (Cúpula Dorada). Supuestamente un sistema de defensa antimisiles, la cúpula es en realidad un instrumento que permite a Estados Unidos nuevas agresiones globales que, supuestamente, no están expuestas a contraataques. Esto es una completa tontería que provocará una escalada correspondiente por parte de las potencias enemigas.
Además, se ha presionado con éxito a los países de la OTAN para que aumenten su gasto militar hasta el 5 % del PIB para 2035, de los cuales el 3,5 % se destinará a tropas y armas y el resto a la adaptación de carreteras, puentes y puertos para su uso por vehículos militares, así como a la ciberseguridad y la protección de los oleoductos. Actualmente, los países de la OTAN gastan en conjunto solo la mitad de esa cantidad. El objetivo principal de esta escalada es China, que se presenta como el enemigo número uno. Por el contrario, China destina el 1,7 % de su PIB al gasto militar.
El resultado posible es una guerra nuclear que destruirá la civilización y provocará un “invierno nuclear” lo que conducirá a la extinción de la vida en la Tierra. En palabras del Manifiesto de Zimmerwald de hace 110 años: “Toda la civilización creada por el trabajo de muchas generaciones está condenada a la destrucción.”
Nuestra organización tiene en su nombre “fascismo y guerra, así como destrucción del medio ambiente”. La militarización está indisolublemente ligada a la destrucción del medio ambiente. A medida que el planeta se hunde en un caos cada vez mayor debido a la escalada de la catástrofe climática impulsada por el afán de lucro capitalista, la destrucción resultante agravará las tensiones entre las naciones y dentro de ellas, y provocará nuevas escaladas militares. A su vez, estas escaladas militares contribuirán, en un círculo vicioso, a la destrucción del medio ambiente.
El ejército estadounidense, como gran consumidor de combustibles fósiles y emisor de gases de efecto invernadero, contribuye de manera significativa a la crisis climática, más que naciones industrializadas enteras como Portugal y Dinamarca. Sus operaciones, desde el consumo de combustible hasta los daños a la infraestructura durante los conflictos, agravan el calentamiento global y el cambio climático. Nuestro Frente Único Internacional debe profundizar su compromiso con la protección de nuestro medio ambiente y convertir rápidamente el movimiento ecologista en un Frente Único antiimperialista y antifascista.
Compañeras y compañeros, las adicciones sistémicas inherentes al capitalismo y al imperialismo están llevando a la humanidad a tiempos oscuros. Las clases trabajadoras y todas las fuerzas antiimperialistas deben construir un movimiento unido para destituir del poder a los peligrosos depredadores adictos que son responsables.
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Dietmar Breme
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 01.020
Bloque 1 “Peligro de guerra mundial: ¿¡nivel de alerta roja!?”
por Dietmar Breme
¡Queridas compañeras, queridos compañeros!
110 años después de la Conferencia de Zimmerwald, 80 años después de la liberación del fascismo nazi y 80 años después de Hiroshima y Nagasaki, la humanidad se encuentra al borde del abismo nuclear.
Ya arden dos focos de guerra.
Europa del Este (guerra en Ucrania); Oriente Próximo; y Asia Oriental (Taiwán, el mar de China Meridional y Oriental; Taiwán y la península de Corea podrían convertirse en el tercer foco de guerra).
Cuando en septiembre de 1915 se reunieron en Zimmerwald pacifistas, socialistas y socialdemócratas, bolcheviques y un grupo en torno a Lenin, la Primera Guerra Mundial imperialista ya llevaba un año haciendo estragos. Probablemente, ninguno de los allí presentes sospechaba en ese momento el sufrimiento que se acumularía hasta el final de la guerra.
20 millones de muertos, millones de heridos graves, millones de mutilados de guerra, inflación, hambre y miseria.
Sólo 21 años después, fue de nuevo Alemania, la Alemania fascista nazi, la que desató una devastadora y bárbara Segunda Guerra Mundial, con todas sus secuelas y consecuencias. Entre 60 y 70 millones de muertos, 27 millones de ellos rusos soviéticos. Persecución sistemática y asesinato bestial de la población judía en Europa (6 millones de muertos). Organizado por el Estado fascista alemán, financiado por el capital financiero alemán, entre otros, el banco Deutsche Bank, y acompañado “logísticamente” por la industria alemana, desde la ferroviaria Reichsbahn hasta la empresa química IG Farbenindustrie AG.
Nunca debe olvidarse que un tal Hans Maria Globke, nazi convencido y decisivamente implicado en comentar las leyes raciales de Hitler, se convirtió en 1949, bajo Adenauer, en uno de los hombres más poderosos de la República Federal.
Se le menciona como ejemplo representativo de muchos criminales de guerra nazis que marcaron la reconstrucción de Alemania Occidental después de 1949.
110 años de la Conferencia de Zimmerwald. Después de 110 años, compañeras y compañeros, amigos de la paz, antimilitaristas y antifascistas se reúnen en Zimmerwald, Suiza, para “hacer posible lo imposible”. Por eso, esta Conferencia es tan tremendamente importante. Para hablar, debatir y quizás ponerse de acuerdo en lo más importante. Para encontrar y organizar una plataforma de trabajo que sirva a la paz mundial.
No hay otra alternativa para movilizar a nivel mundial a todas las fuerzas democráticas y progresistas con el fin de impedir una amenazante Tercera Guerra Mundial. Esta guerra será una guerra dirigida con armas nucleares y tendrá su inicio en Europa. El resultado será la aniquilación de toda la población mundial. Los prejuicios ideológicos no deben conducir a impedir una cooperación consecuente y poderosa.
Por lo tanto, no nos queda mucho tiempo para detener a los militaristas más agresivos a nivel mundial.
La causa de esta política antihumana y orientada exclusivamente a la ganancia es el imperialismo y su complejo militar-industrial. Esa es la causa principal que hay que combatir.
Los trabajadores portuarios de El Pireo, Marsella, Génova y otros lugares han demostrado lo que se puede conseguir con la unidad y la acción solidaria.
Las poderosas manifestaciones en Londres, La Haya, Atenas, Tel Aviv, Berlín y en todo el mundo contra el genocidio de Israel y sus cómplices en la Franja de Gaza, contra la “exterminación” sistemática y la expulsión de la población palestina, no sólo han dado una señal. No se deben seguir suministrando instrumentos de homicidio y tecnología armamentística sofisticada.
Quizás lleguemos a un punto en el que también se pueda impedir y detener para siempre la producción de armas de destrucción masiva en todo el mundo.
Para terminar mi intervención, me gustaría volver a llamar su atención sobre Alemania.
En 1935, Joseph Roth escribió a Stefan Zweig: “Y tendré razón, porque Hitler no durará mucho más ... y llegará un nuevo Reich alemán, lento pero seguro”.
Alemania todavía forma parte de las economías más fuertes del mundo. Cuando ahora esta Alemania, al estilo de Goebbels, exige: “Tenemos que volver a ser capaces de hacer la guerra” (ministro de defensa Pistorius) y cuando el ministro de asuntos exteriores Wadepuhl afirma: “Rusia seguirá siendo nuestro enemigo para siempre”, y cuando luego se decide gastar casi el 5 % del PIB en rearme, casi la mitad del presupuesto federal hasta 2035. ¡El 3,5 % hasta 2029! Más 1 billón adicional para el rearme, más 500 mil millones para infraestructura (militar): entonces la situación se vuelve extremadamente peligrosa.
Cuando el “acero verde” se convierte en acero verde oliva. Cuando la industria aeronáutica y automotriz cambia a industria armamentística y producción bélica, y cuando los accionistas de Rheinmetall brindan con champán todos los días, eso sólo puede significar que de Alemania vuelve a surgir un gran peligro de guerra.
El despliegue previsto de misiles de medio alcance en Alemania en 2026 es otro paso grave hacia la guerra.
Por eso, la Conferencia de Zimmerwald de 2025 debe convertirse en un gran éxito.
“Seamos realistas y hagamos lo imposible”. (Che Guevara)
Saludos cordiales desde Gelsenkirchen
Dietmar Breme
Gelsenkirchen, 10.08.2025
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MLGS Schweiz
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Bienvenida 00.010
Discurso de bienvenida MLGS –Suiza
Estimados invitados, estimados amigos de la paz, estimadas compañeras:
¡Desde el Grupo Marxista-Leninista de Suiza también queremos darles la bienvenida a la Conferencia de Zimmerwald 2.0 en la sala Dorothea Sölle de Zúrich! Dorothea Sölle era una cristiana alemana, pero sobre todo una activista por la paz. Aquí arriba se encuentra la sala Clara Ragaz. Ella fue cofundadora del movimiento socialista religioso y activista por la paz. También queremos dar las gracias a la Iglesia Reformada por habernos cedido la sala.
Después de 109 años y unos meses, hemos comenzado a organizar la conferencia. En Zimmerwald, en el Mittelland bernés, se celebró la primera conferencia en 1915, un año después del inicio de la Primera Guerra Mundial, camuflada como un congreso de ornitólogos. Sin embargo, como Zimmerwald es un poco pequeño para albergar a tanta gente, hemos decidido celebrar este evento histórico aquí.
Vivimos en una época similar a los años previos a la primera Conferencia de Zimmerwald. Muchas de las cuestiones de entonces se plantean de nuevo hoy en día. ¡Los sectores dominantes del mundo están llenando sus arsenales de guerra! Fascistizan el Estado y construyen organizaciones fascistas: el fascismo y la guerra son dos caras de la misma moneda. ¡Preparan a las masas para el gran espectáculo de la guerra! Y están dispuestos a llevar a las masas como ganado al matadero para sus propias ganancias. Se llevan tanques a las escuelas para ganarse ya a los niños para su guerra, se quiere volver a reclutar a los jubilados para el ejército. ¡Se gastan miles de millones en el rearme y se prepara a los ejércitos del mundo para ser capaces de hacer la guerra! Para financiar su guerra en aras de sus ganancias, los sectores dominantes también libran una guerra social contra sus propios pueblos y la clase obrera. Se impone al pueblo programas de ajuste masivos en favor del ejército, ¡éste ya tiene que sangrar antes de la guerra!
Hoy en día debemos prestar atención tanto a la construcción internacional de un movimiento mundial contra el fascismo y la guerra, como también a cada país, y trabajar en ello. El 27 de septiembre tendremos una reunión a nivel nacional en Suiza para construir un nuevo movimiento por la paz.
En muchas guerras, las masas ya están pagando un alto tributo de sangre. En la guerra entre Ucrania y Rusia ya hay un millón de padres, madres e hijos muertos, en Palestina más de 60.000, en el Congo, en Sudán y en todos los campos de batalla del mundo mueren personas y quedan mutiladas. ¡La sangre de las y los trabajadores del mundo se derrama por las ganancias de los sectores dominantes del mundo! Pero es una enorme subestimación calificar esto ya como una guerra mundial, pues todo esto sólo es el preludio de una guerra aún más masiva y global por las materias primas y la hegemonía mundial entre los imperialistas.
Hoy debatiremos muchas cuestiones de manera crítica y solidaria. El chovinismo en nuestras propias filas, por ejemplo, es un lastre para el internacionalismo proletario. A menudo nos hemos preguntado: ¿Dónde están las y los kurdos en las manifestaciones del Congo? ¿Dónde están las y los palestinos en las manifestaciones kurdas? ¿Dónde están las y los congoleños en las huelgas obreras? ¿Por qué cada uno se ocupa de sus propios asuntos nacionales sin mirar más allá del propio horizonte? ¡La solidaridad internacional no debe ser una calle de sentido único!
Lenin explicó en un artículo sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación:
“Por otra parte, los socialistas de las naciones oprimidas deben propugnar y aplicar· especialmente la unidad total y absoluta, incluyendo la unidad orgánica, entre los obreros de la nación oprimida y los de la nación opresora.”
¡Esto es lo que Lenin entendío por internacionalismo proletario, también en la lucha de liberación nacional!
Nos alegra que hoy haya tanta gente en este lugar y que podamos debatir sobre nuestra tarea. Ya en 1915 se rechazó la política de paz social y también hoy debemos conducir este debate. Como escribió Erich Weinert: “Obrero, escucha, ellos van al campo de batalla y gritan: «¡Por la nación y la raza!» ¡Esa es la guerra de los que gobiernan el mundo contra la clase obrera!” Las y los trabajadores y los pueblos deben tender la mano por encima de las trincheras de la guerra, ya sean rusos o ucranianos, palestinos o israelíes, negros o blancos, y librar la lucha conjunta por la derrota de sus propios sectores dominantes, por la victoria del proletariado y del socialismo. ¡Pues obreros no disparan a obreros!
¡Adelante con el Frente Único contra el fascismo y la guerra!
¡Proletarias y proletarios de todos los países, uníos!
¡Adelante con la Conferencia de Zimmerwald 2.0!
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Gabi Fechtner
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria
Bloque 1 “Peligro de guerra mundial: ¿¡Alerta roja!?”
por Gabi Fechtner
¿Qué posiciones presenta el Partido Marxista-Leninista de Alemania?
1. Distinguimos entre guerras justas e injustas.
Las guerras imperialistas son fundamentalmente injustas. En la actual crisis mundial abierta, una acelerada desestabilización del sistema imperialista mundial, los imperialistas han pasado a una política militar y exterior abiertamente agresiva y están preparando una guerra mundial nuclear. Esto es lo que representa la decisión de la OTAN de gastar un 5 por ciento del producto interior bruto en armamento.
2. Nos oponemos a todos los imperialistas.
Los EE.UU. son a nivel mundial el principal instigador a la guerra; los países neoimperialistas están avanzando de manera cada vez más agresiva. Estratégicamente, los EE.UU. se centran en China, su competidor principal. En la lucha de los viejos países imperialistas con los neoimperialistas se están reorganizando regiones enteras. El primer foco de incendio es la guerra en Ucrania, en la cual los campos imperialistas OTAN/UE y Rusia corren el riesgo de entrar en una abierta guerra entre ellos. ¡El peligro de guerra mundial se ha vuelto agudo! Un segundo foco de incendio es Oriente Medio y Próximo. Con el respaldo de EE.UU. y el imperialismo alemán, Israel está persiguiendo el objetivo de convertirse en un gran Israel imperialista. Para llevar a cabo su brutal genocidio en Gaza, aprovechó demagógicamente el ataque de Hamás fascista-islamista que es apoyado por el Irán, Catar y Turquía.
3. La base material es la crisis económica y financiera mundial y la crisis de la nueva organización de la producción internacional.
Mientras que durante décadas, los imperialistas apostaron principalmente por la penetración económica, su lucha competitiva adoptó el carácter de una batalla de aniquilación. Esta adquirió un recrudecimiento sin precedentes debido a cada vez más imperialistas en el campo de juego y la crisis económica y financiera mundial.
4. La guerra imperialista debe ser transformada en una guerra civil.
Solamente la revolución proletaria, el socialismo, puede erradicar las guerras imperialistas desde su raíz. La Primera Guerra Mundial fue terminada por la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia y la Revolución de Noviembre en 1918 en Alemania; la Segunda Guerra Mundial por los aliados bajo la dirección de la Unión Soviética socialista.
5. Abogamos por el derrotismo revolucionario.
La clase obrera y las amplias masas deben luchar en sus países por la derrota de su gobierno imperialista y sus monopolios. Los obreros deben, en última instancia, dirigir las armas contra los imperialistas en su país. El imperialismo alemán sigue siendo el enemigo principal de los obreros y de las masas en Alemania. Reclama la supremacía chovinista en el marco del imperialismo de la UE. Ha comenzado el cambio de la economía hacia economía de guerra: carreteras y puentes se hacen aptos para los tanques, se están construyendo búnkeres y hospitales subterráneos. Los costos de la guerra y la crisis se descargarán sobre las espaldas de las masas.
6. Obreros no disparan a obreros.
Hoy día, el socialchovinismo está en auge. Todo el mundo se presenta como progresista o incluso antiimperialista. ¡Pero un imperialista no cambia su carácter de clase sólo por luchar contra otro imperialista!
Nosotros, por el contrario, promovemos la unidad obrera internacional como en las conferencias internacionales de los trabajadores mineros, del automóvil y portuarios, y visitas de solidaridad mutuas.
7. La perspectiva son los Estados socialistas unidos del mundo.
Hoy día necesitamos el verdadero socialismo.
Este debe sacar lecciones de la traición revisionista al socialismo partiendo del XX Congreso del PCUS en la Unión Soviética. Superar el anticomunismo moderno se volvió una cuestión central en la lucha por el modo de pensar de las masas. El MLPD está ampliamente trabajando en sacar las lecciones para el socialismo sobre el fundamento del modo de pensar proletario.
8. La estrategia y táctica debe ser ampliada mientras que perdure la fase en la que todos los imperialistas preparan una guerra mundial y optan por el fascismo como forma de dominio hacia el interior.
La lucha contra ello se vuelve parte del objetivo de etapa estratégico. Necesitamos un frente antifascista – es necesario trabajar para este a nivel mundial y en nuestros países, unificando las fuerzas desde la religión hasta la revolución contra el fascismo, la guerra y la catástrofe ecológica global.
9.La lucha por el modo de pensar como contra el fascismo moderno adquiere importancia particular.
Hoy no se llama a defender la patria sino se finge que hay que rearmarse para impedir una guerra. Así se consiguió que un 76 por ciento de la población alemana estuviera de acuerdo con un “aumento del gasto en defensa”. Hay que orientar nuestro trabajo hacia una concienciación a escala de masas.
10. En esto, tiene importancia decisiva fortalecer los partidos revolucionarios y marxistas-leninistas, desarrollar y ampliar su coordinación y cooperación, así como la revolucionarización de las luchas.
Solamente ellos pueden dirigir a la clase obrera, la cual se pondrá a la cabeza de estas luchas y finalmente se enfrentará al sistema imperialista mundial entero. Para ello, el partido obrero MLPD tiene grupos de empresa en 107 de las 500 empresas más grandes de Alemania.
¡Adelante con la lucha coordinada a nivel mundial contra una nueva guerra mundial!
¡Adelante hacia un amplio frente antifascista!
¡Adelante hacia los Estados socialistas unidos del mundo!
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Roberto Luzzi
Conferencia de Zimmerwald- 2.0: Ponencia introductoria 03.030
Bloque 3 “¿Cómo fortalecemos el movimiento mundial contra el fascismo y la guerra?”
Por Roberto Luzzi
Nos encontramos en una fase de preparación para una nueva guerra interimperialista mundial: el horrible genocidio que sigue teniendo lugar en Gaza por parte del eje Estados Unidos-Israel, con el apoyo de la Unión Europea, y la masacre en Ucrania entre Rusia y la OTAN son el primer capítulo de esta perspectiva apocalíptica. El plan de la UE “Readiness 2030” lo anuncia abiertamente. Otros países, desde Estados Unidos hasta Japón, pasando por China e India, siguen este ejemplo.
Preparativos en materia de hardware militar, pero también de software psicológico:
“Nuestros países están amenazados,
nuestra libertad está amenazada;
NOSOTROS tenemos que DEFENDERNOS”.
Para defendernos de esta tendencia general, de la política de rearme, de esta psicología e ideologías bélicas,
en primer lugar, debemos ponernos incondicionalmente del lado del pueblo palestino y su resistencia, y defender firmemente el derrotismo revolucionario en ambos bandos de la guerra de Ucrania.
En segundo lugar, en nuestro acercamiento a las masas, debemos rechazar el concepto de “NOSOTROS” (la nación) y desglosarlo en “NOSOTROS”, los trabajadores, los proletarios, y “ELLOS”, los patrones, los capitalistas, los terratenientes, los que necesitan la guerra, y su Estado. ELLOS amenazan nuestras vidas con sus políticas.
En consecuencia, debemos denunciar a nuestros gobiernos por seguir una política de paz que responde a los intereses de los patrones y luchar por su derrocamiento y por un gobierno obrero;
y buscar a nuestros aliados entre los trabajadores de otros países que luchan contra los gobiernos capitalistas y belicistas.
En encrucijadas como estos, debemos tener cuidado con el uso demagógico de la propaganda “pacifista” por parte de la clase dominante.
En Italia, en 1914, la mayoría de la burguesía creía que la neutralidad era la mejor opción y, por lo tanto, se hizo pasar por “pacifista”. Sin embargo, cuando en 1915 la mayoría de la burguesía decidió que participando en la guerra podría ganar más, la prensa patronal lanzó una campaña belicista en nombre del irredentismo, y el movimiento democrático por la paz fue aniquilado por el movimiento intervencionista … Incluso en los sindicatos, muchos pacifistas se convirtieron de repente en patriotas entusiastas de la guerra. Los campesinos y trabajadores italianos pagaron esta derrota del movimiento internacionalista con 600.000 vidas humanas. La burguesía obtuvo grandes ganancias con la guerra y ganó algunos territorios.
La Conferencia de Zimmerwald marcó el comienzo de la operación de rescate internacionalista, ya que promovió la lucha de clases y la unidad internacional del proletariado contra la guerra de los capitalistas, preparando así la transformación de la guerra intercapitalista en guerra civil y revolución. ¡Solo la Revolución de Octubre puso fin a la guerra!
Como conclusión de las conferencias de Zimmerwald y Kienthal, debemos trabajar para que el sincero deseo de paz y el rechazo al horror de las guerras capitalistas, presentes entre las masas trabajadoras y la juventud, se conviertan en un movimiento antimilitarista, anticapitalista y revolucionario, y, sobre todo, en un movimiento internacionalista que una a las fuerzas antimilitaristas y revolucionarias de todo el mundo para construir un “bando” proletario contra los bandos imperialistas beligerantes.
No puede haber paz sin revolución, sin un profundo cambio social, sin la creación de una sociedad sin explotación ni opresión.
Es una tarea difícil, que se enfrentará a una dura represión, pero es la única por la que vale la pena luchar.
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Gabi Fechtner
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Bienvenida 00.050
Gabi Fechtner, Iniciadora
Queridas compañeras y compañeros,
queridos invitados:
Hace exactamente 110 años, del 5 al 8 de septiembre de 1915, en plena Primera Guerra Mundial, a 114 kilómetros de aquí, tuvo lugar una conferencia que pasaría a la historia. El 5 de septiembre de 1915, cuatro carruajes llegaron al tranquilo pueblecito de Zimmerwald, cerca de Berna. De ellos descendieron 38 socialistas líderes de toda Europa, disfrazados de sociedad ornitológica. ¿Quién hubiera imaginado que los supuestos ornitólogos eran en realidad opositores a la guerra imperialista de diferentes ideologías y posiciones políticas de 11 países? Entre ellos se encontraba nada menos que Vladímir Ilich Lenin, líder de la Revolución Socialista de Octubre de 1917 en Rusia.
Hoy me alegra que la idea de organizar una Conferencia de Zimmerwald 2.0 se haya hecho realidad. Y que participen en ella tantas personas diferentes. Con nuestra idea no queríamos ser presuntuosos y erigirnos en sucesores de una conferencia con el genial Lenin. Pero los tiempos en los que vivimos verdaderamente nos imponen a celebrar de nuevo una conferencia de todas las fuerzas que luchan con todas las consecuencias contra una Tercera Guerra Mundial. Fuerzas que rechazan consecuentemente cualquier tipo de defensa de una guerra imperialista, la defensa de la patria y la política de paz social, la justificación de la política imperialista. Zimmerwald surgió como crítica a la traición de la socialdemocracia a los acuerdos de la Conferencia de Stuttgart de 1907 y la Conferencia de Basilea de 1912. Habían acordado que, en caso de una guerra interimperialista, harían “toda clase de esfuerzos para evitar la guerra por todos los medios que parezcan efectivos”. (Manifiesto del Congreso Socialista Internacional Extraordinario, 1912) Con el surgimiento del socialchovinismo, esas promesas fueron traicionadas por casi todos los socialdemócratas. Sólo los bolcheviques en Rusia, algunos partidos más pequeños, por ejemplo, en Francia y los Países Bajos, o como La Liga Espartaquista en Alemania, mantuvieron su firmeza frente a la política de paz social, que se había vuelto de moda. Estas fuerzas se reunieron en Zimmerwald.
Nuestra conferencia trazará las líneas entre el pasado de la Conferencia de Zimmerwald de 1915, el presente de la preparación de una tercera guerra mundial por parte de todos los imperialistas y el futuro, para el que hacemos pronósticos, nos organizamos mejor y coordinamos y revolucionamos nuestra lucha. En su discurso de Berna, un año después de Zimmerwald, Lenin resumió las características más importantes: “Ni Rusia, ní Alemania, ni ninguna otra gran potencia tienen derecho de hablar de «guerra defensiva»: todas las grandes potencias están librando una guerra capitalista, imperialista, una guerra de bandoleros (…) El Manifiesto de Basilea (…) fustiga a los gobiernos y a la burguesía de todas las grandes potencias sin excepción (…) que los obreros consideran que es un crimen disparar unos contra otros y que (…) la indignación que despertarán entre los obreros deberán llevar inevitablemente a una revolución proletaria. (…) Vemos ahora que en todos los países del mundo las organizaciones socialistas y obreras se han dividido en dos grandes campos. Un sector minoritario –o sea, los líderes, funcionarios y burócratas– traicionó al socialismo y se colocó del lado de los gobiernos. El otro sector, al que pertenecen las masas obreras conscientes, continúa reuniendo sus fuerzas y luchando contra la guerra, por la revolución proletaria.”
Si todas las personas progresistas hubieran seguido esta directriz, la lucha contra la Primera y la Segunda Guerra Mundial habría adquirido una fuerza incomparablemente mayor y podría incluso haberlas impedido. Al mismo tiempo, Lenin sometió el Manifiesto de Zimmerwald a una crítica dialéctica. Lo calificó como “un paso hacia el rompimiento ideológico y práctico con el oportunismo y el socialchovinismo.” Al mismo tiempo lo criticó de ser inconsecuente. El Manifiesto retrocedió ante la lucha ideológica contra el oportunismo en el movimiento obrero, al atacar solo a la prensa capitalista por la mentira de la “defensa de la patria”. Pero no a la prensa “socialista”, que apoyaba esta idea. Lenin polemizó: “Para popularizar, se dice a las grandes masas que la idea de la defensa de la patria en esta guerra es una mentira de los capitalistas. Pero las masas de Europa no son analfabetas, y … han oído y oyen precisamente esta mentira a centenares de periódicos … socialistas … No prestéis oído a la mentira capitalista de la defensa de la patria, enseña el Manifiesto a los obreros. Bien. Casi todos responderán o pensarán para sí: la mentira de los capitalistas ha dejado de turbarnos hace ya mucho, pero la mentira de los Kautsky y Cía.”
Pondremos en práctica los principios y las líneas básicas de Lenin y Zimmerwald, aprenderemos de las deficiencias. Pero también nos ocuparemos del desarrollo, ahora mucho más complicado, del sistema imperialista mundial. El MLPD ha realizado un análisis y opina que actualmente existen alrededor de 40 países imperialistas. Una parte considerable de ellos son nuevos imperialistas que, como sabemos por la experiencia con el imperialismo alemán, avanzan de manera especialmente agresiva y buscan nuevos mercados, zonas de influencia, materias primas y poder político. Los viejos imperialistas no reaccionan de manera menos agresiva, como demuestran claramente Estados Unidos o Israel. La tendencia a la guerra mundial va acompañada de la forma de gobierno del fascismo en el interior. Todos los imperialistas han desarrollado un sistema más o menos hábil de pensamiento pequeñoburgués para ganarse a las masas a su causa. Así es como trabajan hoy en día con el fascismo moderno. Atraen a las masas con el pensamiento pequeñoburgués socialchovinista, pequeñoburgués anticomunista o incluso pequeñoburgués fascista en favor de los intereses de sus monopolios. Esto puede surtir efecto temporalmente. Hay que reconocer que es muy confuso que un antiguo “partido por la paz” como los Verdes en Alemania se haya convertido en un partido belicista con el inicio de la guerra en Ucrania. O que al contrario, el partido fascista AfD se presente demagógicamente como un partido pacifista porque representa en parte los intereses de los imperialistas de Rusia o China. O que supuestos comunistas como los del DKP de repente califiquen a Rusia y China de “objetivamente antimilitaristas” porque, supuestamente, un mundo multipolar en el que diferentes imperialistas luchan por la hegemonía mundial es progresista. Es el principio de la defensa de la patria, pero que, con métodos hábiles, se basa en el modo de pensar pequeñoburgués, como el egoísmo o el escepticismo de las masas, y la aviva.
Estoy firmemente convencida de que la humanidad no quiere hundirse en la barbarie de una tercera guerra mundial imperialista y atómica. La cuestión se plantea con más agudeza que nunca en décadas: socialismo o barbarie.
Nuestra conferencia será un éxito si nos fortalece para la lucha por el modo de pensar de las masas, nos une y nos proporciona los argumentos adecuados. Sin embargo, la lucha por el modo de pensar, una cultura disputa proletaria, también decidirá entre nosotros si podemos enviar una señal clara con esta conferencia. La conferencia surgió ya en el espíritu de Zimmerwald: en el intercambio, en la escucha mutua entre diferentes fuerzas.
Cuando Peter Nowak recordó la conferencia de Zimmerwald de 1915 en una conferencia del Nuevo Movimiento por la Paz hace tres años, me sentí inmediatamente electrificada. Quizás esto se debió a mi experiencia de que en los últimos meses los diferentes bandos y fuerzas se han acercado más entre sí. Conscientes de los cambios históricos trascendentales y de la encrucijada a la que se enfrenta la humanidad. En este sentido, la idea era una cosa, y la otra era que ha madurado el momento de ponerla en práctica. Deseo mucho éxito a la Conferencia de Zimmerwald de 2025 y que envíe la señal que Lenin calificó en su discurso de Berna: “en todos los países del mundo se está preparando efectivamente un agrupamiento de las fuerzas de la clase obrera … después de la guerra europea vendrá la revolución proletaria contra el capitalismo.”
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Oleg
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 03.070
Bloque 3 “¿Cómo fortalecemos el movimiento mundial contra el fascismo y la guerra?”
por Oleg, Rusia
Saludamos a todos los participantes en esta importante conferencia, cuyo objetivo es elaborar una estrategia de todas las fuerzas proletarias verdaderamente internacionalistas en condiciones de una agudizada confrontación interimperialista. Agradecemos a los organizadores directos de este evento el magnífico trabajo realizado en estos tiempos difíciles. Y agradecemos al comité organizador la oportunidad de poder hablar sobre este tema tan candente.
Al principio nos gustaría informar brevemente sobre la situación en Rusia. Desde el punto de vista económico, difiere de lo que dicen tanto los de occidente como los propagandistas del Kremlin. La situación en el país está empeorando, pero no tan rápidamente como se presenta en los medios de comunicación occidentales. Observamos un aumento de la inflación, el deterioro de las infraestructuras y la tecnología (especialmente notable en el transporte aéreo), así como una escasez de personal en algunos sectores.
Desde el punto de vista político, la situación es notablemente peor. En la mayoría de las regiones están prohibidas todas las acciones políticas públicas, salvo los actos oficiales. Se aprueban continuamente nuevas leyes que restringen las libertades fundamentales de los ciudadanos. Uno de los ejemplos más flagrantes de esta tendencia es la ley que prohíbe la “búsqueda selectiva” (de hecho, la consulta) de material informativo con contenido extremista. Las listas de este tipo de material son elaboradas por los tribunales sin audiencia pública de las personas afectadas. Como resultado, los ciudadanos sólo se enteran de que tal o cual material ha sido incluido en la lista de prohibiciones cuando se les exige responsabilidad. Por ejemplo, se han incluido en esta lista poemas del poeta comunista Boris Gunko, así como panfletos del sindicato suprarregional “Rabochaya assosiazija” (Asociación de Trabajadores), con el que cooperan activamente las fuerzas de izquierda. Otro ejemplo de legislación represiva es la ley que permite clasificar como extremista a toda una organización sobre la base del enjuiciamiento penal de uno solo de sus miembros.
Independientemente de si los en el poder logran hoy ponerse de acuerdo para poner fin a los actos de guerra o no, está claro que en todos los países imperialistas se está aflojando el tornillo de los pedidos de armamento y se están alimentando sentimientos chovinistas y xenófobos. Esto significa que un alto el fuego solo sería una pausa en una nueva ronda del enfrentamiento armado, una ronda que sería aún mayor en cuanto al número de actores y víctimas involucrados.
En estas circunstancias, es importante adaptar a la situación actual las palabras de Lenin: “Fuera del socialismo para la humanidad no hay salvación de las guerras, el hambre y el aniquilamiento de otros muchos millones de seres humanos.” Es importante no sólo proclamar la idea comunista como alternativa a la matanza mundial con el riesgo de aniquilar a toda la humanidad. Es importante presentar un plan concreto y demostrar la eficacia y eficiencia de la idea comunista, del movimiento comunista internacional.
Precisamente la eficacia y determinación visibles, los objetivos claros, son lo que los comunistas y la izquierda a menudo prefieren sustituir por la así llamada corrección ideológica. Sin embargo, la claridad y la coherencia de una posición se basan en la práctica, que es y seguirá siendo, como siempre, el criterio de la verdad. Esto ha quedado claramente demostrado en el conflicto militar, cuando personas que proclamaban (y siguen proclamando) en cada esquina su “ortodoxia” y su “internacionalismo consecuente”, se deslizaron de hecho hacia el bando de los patriotas nacionales y chovinistas. Y son precisamente los resultados prácticos los que llaman la atención y despiertan la voluntad de participar en la lucha de clases de los representantes más avanzados del proletariado.
La base para los resultados prácticos es una infraestructura autónoma de las organizaciones políticas y fuerzas proletarias, que es en mayor medida independiente de la clase dominante. En este contexto, consideramos importante aprender de los comunistas actuales que más han avanzado en este sentido: en Europa, éstos son principalmente el Partido Marxista-Leninista de Alemania y el Partido Comunista de Grecia.
Es sumamente importante fortalecer la solidaridad internacional. Los comunistas no tienen defensores en el establishment imperialista. Nuestra fuerza descansa en el apoyo mundial de aquéllos que luchan, no sólo con palabras, sino con hechos, por un mundo sin explotación, opresión y enajenación. En este sentido, consideramos sumamente importante y útil la iniciativa para una amplia unión de fuerzas progresistas en todo el mundo en el marco de un Frente Único internacional.
Cabe destacar en particular la importancia del deslinde ideológico y organizativo con respecto a los socialchovinistas. Una alto el fuego temporal de los imperialistas podría llevar a algunos compañeros a reconsiderar su postura hacia aquéllos que, en un momento crítico, se han puesto del lado de “su” imperialismo, justificándolo con la necesaria unidad de la izquierda en una situación de su debilidad. Sin embargo, esto es un camino hacia un callejón sin salida, hacia el debilitamiento estratégico y la decadencia. Esto no significa que no se deba cooperar con los elementos vacilantes en las organizaciones socialchovinistas, especialmente las grandes. Sin embargo, debe mantenerse la independencia ideológica y organizativa.
De esta manera, el movimiento comunista internacional puede salir de la crisis y oponerse con éxito al asalto de una nueva guerra mundial y a la reacción mundial.
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Irtefaa al Qubati
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 01.020
Bloque 1 “Peligro de guerra mundial: ¿¡nivel de alerta roja!?”
por Irtefaa al-Qubati, Organización para el Desarrollo Humanitario y Medioambiental
Tema: Crisis medioambiental y derechos humanos en tiempos de conflicto
Hola a todos:
En primer lugar, me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento al Comité Consultivo del Frente Único y a todos los organizadores por invitarme a participar en la Conferencia “Zimmerwald 2.0”. Es un gran honor para mí estar hoy aquí como representante de Yemen y representar la voz de los trabajadores y del medio ambiente en esta región que se enfrenta a retos extraordinarios.
Como sindicalista y activista medioambiental, estoy convencida de que las cuestiones obreras y medioambientales están estrechamente relacionadas. La explotación de los trabajadores y la destrucción del medio ambiente son dos caras de la misma moneda.
Pero nuestra lucha no es sólo una lucha por principios, sino una lucha diaria contra los retos.
Como mujer y activista, me han amenazado en mi trabajo y me han disparado con munición real. El camino no ha sido fácil, mi casa fue bombardeada y mis hijos fueron aterrorizados. A pesar de todas estas dificultades, sigo firmemente convencida de que la protección del medio ambiente y de los seres humanos es lo mismo.
Esta convicción me ha llevado a trabajar directamente en el lugar. Debido al conflicto, los vertederos de basura se volvieron inutilizables, lo que provocó una verdadera catástrofe medioambiental. Nuestras aguas subterráneas están contaminadas, nuestros campos están destrozados y en todas las casas hay casos de intoxicación y enfermedades.
He eliminado los restos de la guerra porque son un gran peligro para el medio ambiente y la salud de la gente. También he trabajado para reabrir las universidades para que la educación pueda continuar, porque es importante para el desarrollo y la conciencia.
En medio de todos estos problemas, las mujeres de Yemen son una fuerza importante en la lucha contra el cambio climático y por la paz. Han vivido todos estos problemas y siguen luchando, al igual que los hombres, para construir y proteger la sociedad.
Las mujeres son las verdaderas pacificadoras. Se ven doblemente afectadas y soportan el peso de la guerra, ya sea por la pérdida de seres queridos, la destrucción de su base de vida o la amenaza a la que se enfrentan. Por eso es importante que las organizaciones intercedan a favor de la protección de las mujeres y apoyen a las instituciones dirigidas por ellas, ya que el fortalecimiento de las mujeres es el fortalecimiento de toda la sociedad.
Por eso me complace anunciar la proyección del documental “Climate Action Under Siege” (Acción climática bajo asedio). Esta película muestra cómo las mujeres agudizan la conciencia por el medio ambiente y salvan vidas de la muerte por contaminación medioambiental. Es un testimonio vivo de la capacidad de resistencia y de la fuerza de las mujeres mismas para cambiar algo incluso en las condiciones más difíciles.
La protección del medio ambiente no es sólo una causa ecológica, sino también humanitaria, una de paz y de derechos humanos. Apoyemos juntos los esfuerzos de las mujeres en Yemen y en todo el mundo por un medio ambiente limpio y un futuro sostenible.
Muchas gracias.
Enlace al documental “Climate Action Under Siege” https://www.facebook.com/share/v/159mqmfTbk/
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Rubén Tzanoff
Zimmerwaldkonferenz 2.0: Einleitungsbeitrag 01.040
Block “Weltkriegsgefahr: Alarmstufe Rot!?”
von Rubén Tzanoff, Socialismo y Libertad - Internationale Sozialistische Liga
Compañeras, compañeros:
1-Las conferencias de Zimmerwald y Kienthal fueron momentos históricos de ruptura, en los que Lenin trazó líneas rojas con el reformismo, el internacionalismo de palabra y el nacionalismo patriótico.
Por eso, saludamos y agradecemos la invitación a esta Conferencia como un aporte al intercambio de opiniones y la acción internacionalista.
2-Hoy vemos conflictos armados en casi todos los continentes. Citaré sólo dos.
El pueblo palestino resiste ante una guerra genocida, de limpieza étnica, hambruna deliberada y colonización, ejecutada por el Estado de Israel con el aval de las potencias imperialistas. Apoyamos la resistencia, llamamos a la unidad en la movilización y exigimos: Ruptura total de los gobiernos con Israel y desbloqueo inmediato de la ayuda humanitaria.
Y decimos con claridad: la única paz justa vendrá con la derrota del Estado sionista y una Palestina única, laica, democrática, no racista y socialista. Y eso solo será posible con la revolución socialista en todo Medio Oriente.
3-En Ucrania, el carácter de la guerra es dual. Por un lado, está el derecho a defender la soberanía frente a la invasión del imperialismo ruso. Por otro, la disputa inter imperialista entre EE. UU. y Rusia. Nuestros camaradas en Ucrania defienden su país de la invasión y al mismo tiempo, denuncian a la OTAN, al imperialismo occidental, y rechazan los pactos a espaldas del pueblo. Lo hacen desde una posición de independencia política frente al gobierno neoliberal y pro imperialista de Zelenski.
4- Estos conflictos no configuran la Tercera Guerra Mundial. Son guerras locales o regionales, en las que sí actúan los intereses imperialistas globales. Por este motivo, los tambores de guerra suenan cada vez más fuertes.
Hay tres razones para ello:
Primera: El mandato de Trump, un imperialista brutal que pretende imponer cambios estructurales, para reordenar el mundo a favor de EE. UU. pero que está generando más desorden mundial.
Segunda: La profundización de la disputa por la hegemonía mundial. EE. UU. sigue siendo el más fuerte, pero ha perdido peso a partir de la caída de su socio estalinista como aparato mundial. China avanza como principal nuevo imperialismo. Y Rusia también disputa, aunque a otro nivel.
Tercera: La continuidad de la crisis capitalista iniciada en 2008, que alimenta la competencia feroz por mercados, recursos y zonas de influencia.
5- Por ahora, las potencias no buscan provocar una guerra mundial. Y saben que el arsenal nuclear puede destruir el planeta y que no gane nadie. Pero igualmente se preparan se rearman y multiplican el gasto militar.
Si la crisis y los conflictos se agravan, podría estallar una nueva guerra global, porque los imperialistas resuelven sus grandes conflictos con destrucción masiva de fuerzas productivas y matanzas de la clase trabajadora.
7-Nuestra política inmediata es la Unidad de acción contra el rearme y para que los recursos se destinen a las necesidades sociales y no a las bélicas.
Y si se desata una guerra entre potencias, como nos enseñó Lenin, nuestra respuesta debe ser el derrotismo revolucionario: convertir la guerra imperialista en revolución socialista.
No tomamos partido por ninguno de los bandos imperialistas. Ni EE. UU., ni China, ni Rusia son progresivos.
8-Y hace falta una salida política, que no es el frente popular. Necesitamos un frente único obrero en la movilización y construir organizaciones socialistas revolucionarias.
9-El reagrupamiento de los revolucionarios es la tarea que asumimos desde la Liga Internacional Socialista. Con un proyecto de Manifiesto y Programa principista que tenemos, para que gobiernen los trabajadores y el pueblo y avanzar hacia la revolución socialista.
Priorizamos los acuerdos políticos sin esconder las diferencias, que debatimos paciente y democráticamente, con el método del centralismo democrático. Para construir una nueva tradición revolucionaria en común, respetando los distintos orígenes políticos.
Hace falta una Nueva Internacional a la altura de la disyuntiva histórica que es Socialismo o Barbarie.
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ECC ICOR Europa
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Contribución introductoria 01.060
Bloque “¿¡Peligro de guerra mundial: ¡Alerta roja!!?”
por la Coordinación de ICOR Europa
El escrito de Lenin El socialismo y la guerra fue redactado por él en el segundo año de la Primera Guerra Mundial, entre julio y agosto de 1915. Se publicó por primera vez en Ginebra en otoño de 1915 por la editorial Sozial-Demokrat. Sus argumentos revisten una gran importancia, especialmente en la actualidad, en la que existe un mayor peligro de una Tercera Guerra Mundial con numerosas guerras imperialistas en Ucrania, Gaza, Sudán, Congo, Yemen … El rearme militar ha alcanzado un nuevo récord de 2,718 billones de dólares estadounidenses (unos 2,4 billones de euros), (cifras según el Instituto Internacional para la Investigación de la Paz de Estocolmo, SIPRI). El imperialismo estadounidense encabeza con diferencia el gasto militar, seguido de los países imperialistas China, Rusia y Alemania. A nivel mundial, alrededor de 100 países aumentaron su gasto en defensa el año pasado.
En medio de las grandes preocupaciones de las masas obreras y populares, de una creciente voluntad de paz y del rechazo a la actual economía de guerra, el escrito de Lenin es una orientación firme para el internacionalismo proletario y la posición de los socialistas ante la guerra. Y comienza en las primeras líneas con el claro conocimiento de
“… que es imposible suprimir las guerras si no se suprimen las clases y se instaura el socialismo”.
El propio título de su escrito muestra que las guerras sólo pueden abolirse mediante la revolución socialista. ¡En este contexto, los revolucionarios, socialistas y marxistas-leninistas tienen un importante trabajo de convencimiento que realizar!
Lenin expone esta postura de los marxistas/socialistas en la lucha implacable contra la evolución de muchos partidos socialdemócratas hacia el socialchovinismo con el inicio y el desarrollo de la Primera Guerra Mundial. Esta evolución culminó en el apoyo a los respectivos gobiernos beligerantes. Pero Lenin también se opone a todas las concepciones pacifistas pequeñoburguesas. Mientras condena enérgicamente cualquier guerra bárbara, capitalista e imperialista, escribe que los socialistas reconocen
“sin reservas, como legítimas, progresistas e inevitables, las guerras civiles, es decir, las guerras de la clase oprimida contra la opresora, de los esclavos contra los esclavistas, de los campesinos siervos contra los terratenientes y de los obreros asalariados contra la burguesía.”
¡Que distinguen entre guerras justas e injustas, entre guerras para acabar con la explotación y opresión capitalistas y guerras para mantenerlas! Esto requiere la necesidad de un análisis concreto de la situación concreta con el método materialista dialéctico. Lenin aplica esto de manera muy ilustrativa al papel de la Rusia zarista y a las tareas de los revolucionarios rusos.
“La guerra es la continuación de la política por otros medios” (a saber: por la violencia).”
Esta afirmación de Clausewitz es, según Karl Marx y Federico Engels, la única línea rectora correcta para evaluar una guerra.
Lenin concede particular importancia a la crítica del socialchovinismo. Escribe:
“El socialchovinismo sustenta la idea de la «defensa de la patria» en la guerra actual. Esta idea lleva, lógicamente, a abandonar la lucha de clases durante la guerra, conceder los créditos de guerra, etc.”
Y recuerda que en 1912 los socialistas de todos los países se declararon y comprometieron a “… que consideraban «criminal», la empresa más reaccionaria de todos los gobiernos, la guerra europea que se avecinaba, la que debía precipitar la caída del capitalismo, provocando inevitablemente la revolución contra él.” Lo que siguió fue la capitulación de la mayoría de los partidos socialdemócratas. Se pusieron del lado de sus propios gobiernos y de su propia burguesía.
“Esta traición al socialismo significa la bancarrota de la II Internacional (1889-1914)”5
También hoy en día, especialmente entre algunos partidos revisionistas, se justifican los preparativos bélicos y las guerras. Por ejemplo, cuando se justifica la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Pero también cuando se justifica a Ucrania y a sus aliados imperialistas de la OTAN, del imperialismo de la UE … ¡De manera demagógica, se atribuyen motivos antifascistas tanto a Rusia como a Ucrania por librar esta guerra!
Lenin menciona tanto la base económica como el contenido ideológico-político del oportunismo y socialchovinismo. Económicamente, es la búsqueda de participar en las ganancias; ideológica y políticamente, es el impulso de la colaboración entre las clases en lugar de la lucha de clases, la renuncia a los medios de lucha revolucionarios, el apoyo al “propio” gobierno en una situación difícil para él, en lugar de aprovechar estas dificultades para la revolución.
En el apartado La consigna de los marxistas es la consigna de la socialdemocracia revolucionaria, Lenin encuentra palabras claras para los revolucionarios, socialistas y comunistas –también y quizás precisamente– en la actualidad:
“trasformación de la guerra imperialista en guerra civil, …y cualquier lucha de clase consecuente durante la guerra, cualquier táctica seria de «acciones de masas» conduce fatalmente a ello. Es imposible determinar si el poderoso movimiento revolucionario estallará con motivo de la primera o de la segunda guerra imperialista de las grandes potencias, si estallará en su trascurso o después de ella, pero de todos modos nuestro deber ineludible es trabajar sistemática y firmemente en esa dirección.”
¡Solo así fue posible que la Revolución de Octubre fuera la respuesta exitosa para poner fin a la Primera Guerra Mundial, que en Alemania y otros países los obreros, campesinos y marineros expulsaran a los belicistas de sus palacios en 1917/1918, derrocaran monarquías y conquistaran una serie de derechos y libertades democráticos!
En el apartado Sobre el pacifismo y la consigna de la paz, Lenin exige un trabajo incondicional, paciente y convincente entre las masas, los obreros, sus sindicatos, la juventud … Y que debemos desarrollar una gran sensibilidad:
“El estado de ánimo de las masas por la paz expresa con frecuencia un comienzo de protesta, de indignación y de toma de conciencia del carácter reaccionario de la guerra. Es deber de todos los socialdemócratas utilizar ese estado de ánimo. Estos participarán con el mayor entusiasmo en cualquier movimiento y en cualquier demostración en este sentido, pero no engañarán al pueblo haciéndole creer que si no existe movimiento revolucionario se puede alcanzar la paz sin anexiones, sin opresión de las naciones, sin saqueos, sin gérmenes de nuevas guerras entre los gobiernos y las clases dominantes actuales.”
Vemos en ello un importante reto para nuestra conferencia sucesora de Zimmerwald: dar el impulso para un creciente movimiento antiimperialista y antifascista por la paz, ¡a escala mundial! Completamente en el sentido de las palabras finales del capítulo 1. “No puede ser libre un pueblo que oprime a otros pueblos ( Marx y Engels)”. Un proletariado que acepta la menor violencia de “su” nación contra otras naciones, no puede ser socialista.
¡Viva la solidaridad internacional – obreros no disparan a obreros!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
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ATIK
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 03.010
Bloque 3 “¿Cómo fortalecemos el movimiento mundial contra el fascismo y la guerra?”
por ATIK
Queridos amigos y amigas:
El hecho de que hoy, como Frente Único, celebremos la Conferencia de Zimmerwald 2.0, que se viene preparando desde hace tiempo, supone un paso importante en la lucha de la clase obrera y los pueblos oprimidos. Pues, las contradicciones entre las potencias imperialistas se profundizan cada vez más, lo que resulta en un peligro creciente de una nueva guerra mundial. La única fuerza que puede detener estas guerras es la lucha conjunta de la clase obrera internacional y los pueblos oprimidos. Por ello, la conferencia que celebramos hoy, por modesta que sea, supondrá una importante contribución a esta lucha.
Las contradicciones entre los bloques imperialistas se profundizan
Actualmente se observa que en muchas regiones, sobre todo en Ucrania, Irán, Siria y Palestina, las contradicciones entre los bloques imperialistas se profundizan cada vez más. Esto apunta a las condiciones objetivas de que los pueblos del mundo se enfrentan a una nueva amenaza de guerra imperialista. Sin embargo, mediante diversas maniobras, intentan ganar tiempo para sus preparativos bélicos.
¿Quiénes son estos bloques y de qué países están formados?
El primer bloque es el atlántico, formado por Estados Unidos, Gran Bretaña y la UE. Este bloque representa la estructura política y militar del orden mundial capitalista liderado por el imperialismo estadounidense después de 1945. La OTAN es el órgano militar de este orden, el FMI y el Banco Mundial constituyen el marco económico, mientras que las Naciones Unidas actúan como instrumento para crear “legitimidad”. Al nivel de las clases, este bloque representa el segmento más organizado, agresivo y belicista de la clase capitalista global. Esta clase se concentra en sectores estratégicos como la alta tecnología, las finanzas, la energía y la industria armamentística, y persigue, mediante políticas neoliberales, el objetivo de explotar al máximo la mano de obra y los recursos de las semicolonias y colonias. En este sentido, este bloque no es una mera opción de política exterior, sino que encarna la expresión central del mecanismo global de acumulación y dominaicón capitalista.
El segundo bloque se está formando bajo el liderazgo del imperialismo chino y ruso como bloque euroasiático. Iniciativas como los BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras constituyen la base económica y política de este bloque.
China, que se ha desarrollado de un país productor basado en mano de obra barata hacia una potencia capitalista de alta tecnología, persigue con el proyecto de la “Nueva Ruta de la Seda” el objetivo de controlar mercados globales y corredores energéticos. Rusia, por su parte, actúa como una potencia imperialista que busca afirmar su posición mediante las exportaciones de energía, la fuerza militar y el peso geopolítico. Ambos países llevan a cabo una política exterior destinada a proteger y expandir sus burguesías, siguiendo una línea militarista y expansionista.
La estructura de clases de este bloque también está marcada por los intereses de sus propias burguesías, junto con políticas represivas hacia la clase trabajadora.
La estrategia indopacífica de Estados Unidos y las alianzas militares como AUKUS y QUAD tienen como objetivo rodear a China, lo que la vincula más estrechamente a Rusia, no solo económicamente, sino también estratégicamente. La ampliación de los BRICS o el comercio en monedas locales son expresión de este acercamiento económico.
Por supuesto, esta alianza no es homogénea. Entre el proyecto de la “Nueva Ruta de la Seda” de China y la “Unión Económica Euroasiática” de Rusia hay tanto coincidencias como conflictos. Pero su denominador común es la voluntad de construir un centro de poder alternativo contra el dominio financiero y militar occidental.
Ambos bloques buscan la salida a sus propias crisis de acumulación en la expansión, tanto militar como económica. Por lo tanto, su conflicto no es simplemente un choque entre dos Estados, sino una colisión de procesos de acumulación capitalista global. Cada crisis, ya sea en Ucrania, Taiwán, África o Oriente Medio, es una expresión de esta contradicción. Cada movimiento que se lleva a cabo allí significa preparativos de confrontación más duros, abiertos y directos entre los bloques.
Como resultado, los procesos electorales de los últimos años no solo han dado lugar a cambios de gobierno en todo el mundo, sino que a menudo también han provocado transformaciones en las propias formas de dominación. Estas transformaciones resultan en que el sistema global se vuelva cada vez más racista, fascista y militarista.
Las elecciones de los últimos diez años han demostrado cómo el colapso de las políticas liberales ha sido posible gracias a los “procedimientos democráticos (elecciones)”. Desde Estados Unidos, pasando por Alemania, Francia, India e Israel, hasta unos países de América Latina, se observa cómo el sistema mundial imperialista-capitalista reactiva los reflejos racistas y fascistas en condiciones de crisis.
Estas tendencias fascistas-autoritarias en ascenso no son meros instrumentos de política interna. Al mismo tiempo, sirven para preparar una política bélica, crear conceptos de lo que se considera enemigo interno mediante la hostilidad hacia los migrantes y ocultar los conflictos de clase mediante conflictos de identidad.
Si las contradicciones entre los bloques desembocan directamente en una guerra mundial no sólo depende de las intenciones de los centros imperialistas, sino también de su capacidad para gestionar estas contradicciones. Sin embargo, la experiencia histórica demuestra que la profundidad y complejidad de la crisis estructural del sistema imperialista-capitalista indican que, en última instancia, estas contradicciones solo pueden resolverse mediante la guerra. Hoy en día existen objetivamente las condiciones para una tercera guerra mundial.
La única fuerza que puede detener la guerra imperialista es el proletario internacional y la lucha conjunta de los pueblos
Todas las declaraciones de paz de las potencias imperialistas son mentiras. Cada vez que hablan de paz, sabemos que están preparando nuevas guerras injustas, como en Ucrania o Siria. Porque el imperialismo significa guerra. Los imperialistas son enemigos de la paz verdadera debido a sus intereses de clase. La paz verdadera solo puede lograrse con la derrota definitiva del imperialismo y sus cómplices.
Las experiencias históricas y actuales de la clase obrera apuntan precisamente a esta verdad. De ello se deriva la necesidad de que las y los trabajadores y los pueblos oprimidos luchen intransigentemente contra el imperialismo y cualquier forma de reacción. Las crisis económicas, las guerras regionales atizadas por el imperialismo – todo ello hace más insoportable la vida de los pueblos y las naciones oprimidas. Por lo tanto, la tarea de las fuerzas de oposición sociales es reforzar la lucha unida contra la guerra imperialista, el fascismo en ascenso, la opresión y la explotación.
Para ello, es necesario construir frentes antiimperialistas y antifascistas de amplio alcance a nivel mundial. Estos pasos no deben perjudicar las iniciativas prácticas que reúnen a las fuerzas antiimperialistas y antibélicas, así como a los movimientos de liberación nacional; al contrario, deben llevarse a cabo con la perspectiva de unir a las masas más amplias. Para reunir a las masas en la mayor medida posible, la unidad debería construirse de abajo hacia arriba: movimientos contra la guerra y la destrucción del medio ambiente, sindicatos en la lucha por los derechos de las y los trabajadores, organizaciones democráticas de masas, movimientos de liberación nacional, movimientos de mujeres por la igualdad de derechos, las fuerzas LGBTI+ y movimientos juveniles, todos ellos deben formar parte de esta unidad.
La creación de un frente antiimperialista y antifascista contra el peligro de guerra depende de manera decisiva del papel de las fuerzas proletarias internacionales. Una práctica revolucionaria a este nivel mínimo requiere la unidad organizativa y la solidaridad de las fuerzas proletarias internacionales. Cada paso en esta dirección será también la mayor garantía para la lucha unida de las fuerzas antiimperialistas y antibélicas y los movimientos de liberación nacional.
Del mismo modo, el intercambio mutuo de experiencias y la solidaridad de las fuerzas antifascistas y antiimperialistas a nivel internacional son de gran importancia. Por eso, en todos los continentes donde las condiciones lo permitan, deben organizarse campañas conjuntas que denuncien la agresión imperialista y apoyen las luchas sociales y de liberación nacional.
Por supuesto, la tarea principal de la clase obrera y los pueblos oprimidos sigue siendo impulsar la lucha social en sus propios países. En consonancia con las palabras de Karl Liebknecht: “El enemigo principal está en nuestro propio país”. Porque cada golpe contra el imperialismo y la reacción mundial, cada paso ganado, sin importar en qué lugar del mundo, es una contribución a la lucha del proletariado internacional.
Con la esperanza de que la Conferencia de Zimmerwald 2.0 asuma una modesta tarea en la lucha contra la guerra imperialista y el peligro del fascismo en ascenso en todo el mundo...
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Renate Dillmann
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 02.040
Bloque “Fascismo y preparativos para la guerra, mano a mano”
por Renate Dillmann
Queridas y queridos participantes en la Conferencia de Zimmerwald 2025:
Si echamos la vista atrás a 1915, se observan primero grandes similitudes.
Una vez más, los Estados están luchando en una gran guerra por la hegemonía en Europa.
Alemania y su UE alemana pretenden ascender para convertirse en la potencia dominante en Europa – Rusia es el principal obstáculo para ello.
Para esta lucha, la sociedad alemana debe hacerse capaz de hacer la guerra hasta 2029. Aún quedan muchos cambios por hacer en Alemania. Se está rearmando el ejército alemán y se están abriendo fábricas de armamento. Se necesitan más soldados – por lo que se reintroduce el servicio militar obligatorio en una nueva forma. Todo esto hay que pagarlo – y los ciudadanos tienen que correr con los gastos, en forma de precios más altos y recortes en las prestaciones sociales; los jóvenes deben dedicar un año de su vida al servicio del Estado y, si las cosas se ponen difíciles, mucho más.
Una condición esencial para que esto tenga éxito es generar la comprensión adecuada entre los ciudadanos. Es posible que la mayoría de la gente sean buenos alemanes, orgullosos de su país – un punto al que volveré más adelante. Pero significa un gran salto entre ondear banderas alemanas en el Campeonato Europeo y Mundial hasta servir en las trincheras. Por lo tanto, se realiza la agitación correspondiente – en la escuela, en la opinión pública. Son elementos decisivos para crear la disposición a la defensa, en eso Boris Pistorius tiene toda la razón.
Los principales medios de comunicación alemanes, aportan voluntariamente y con gusto todo lo que pueden.
No se escuchó ningún grito de protesta cuando se citó la declaración del ministro de defensa Pistorius sobre la capacidad de hacer la guerra. Ninguna de las importantes redacciones alemanas se pronunció en el sentido de que, dada la tensa situación mundial, se debían buscar arreglos, limitación de armamento y diplomacia para evitar la guerra e incluso una catástrofe nuclear. Todo lo contrario. Poco después, la redacción jefe de la revista Der Spiegel se dirigió a sus lectores y anunció que en el futuro los sacaría de su “pacifista castillo en el aire” – según el habla del Spiegel.
Pasemos ahora al público, a los que se deben hacer capaces de hacer la guerra. En este punto hay que señalar una gran diferencia con la situación de 1915. Del movimiento obrero que existía entonces se puede ver poco hasta nada – ni siquiera uno reformista. Los obreros de entonces, que se mostraban desconfiados hasta hostiles hacia su Estado, se han convertido entretanto en ciudadanos leales. Aunque con ello no me granjearé aquí muchos amigos, considero necesario señalarlo con toda sobriedad y no atraer con palabras un amanecer en el horizonte que no existe.
A diferencia de la Primera Guerra Mundial, y también de la Segunda , la tercera se desarrollará sin un movimiento obrero organizado, al menos si la situación actual se mantiene.
Pues, lamentablemente, quienes viven del trabajo asalariado están hoy muy de acuerdo con los partidos establecidos y los principales medios de comunicación nacionales en cuanto al pensar patriótico – y los que no lo están votan al partido AfD y no a los partidos de izquierda. Según las encuestas, el 76 % está a favor de un mayor rearme, incluso si ello supone un aumento de la deuda.
¿Cómo se explica esto? En resumen: por supuesto, la dependencia del salario sigue siendo objetivamente explotación: aquellos que generan la riqueza en esta sociedad con su trabajo, por su parte, obtienen muy poco a cambio. Ahora se les exige incluso que “defiendan” militarmente este sistema que les perjudica, es decir, que paguen primero económicamente y, en última instancia, con sus vidas.
Sin embargo, subjetivamente, los asalariados (aunque estén descontentos) están muy de acuerdo con la política y los medios de comunicación en un punto fundamental: económicamente están a favor de una economía que crezca y políticamente están a favor de su propia nación y de su imposición tanto hacia el interior como el exterior.
Lo son debido a su dependencia práctica de los puestos de trabajo en los que pueden ganar el dinero que necesitan, aunque sea sólo a duras penas, en esta sociedad. Y lo son por su consiguiente necesidad del Estado, ya que sin la protección del Estado de derecho y sin las prestaciones materiales del Estado social, la vida en la sociedad competitiva capitalista es aún más miserable de lo que ya es precisamente para ellos.No es de extrañar que los beneficiarios de la nación –las élites económicas y políticas– estén a favor de este país y de su éxito. Pero también los asalariados tratan su dependencia forzada, que no han elegido, pero con la que tienen que arreglarse y quieren arreglarse, como una buena razón para estar a favor de este país, le desean éxito (y, supuestamente, también a sí mismos) y, por lo tanto, están dispuestos a luchar por este país.
Este es el sentimiento básico patriótico de la mayoría de la población, y es la base sólida, el fundamento para que comprenda intelectualmente los cálculos nacionales (tal y como los dictan la política y la prensa). Creo que es imprescindible tener esto claro. Precisamente en cuanto al trabajo necesario en las empresas, si se quiere promover la postura de “¡Decid NO a la guerra, al rearme y a la paz social!”
El desenlace de la historia esta vez dependerá de si los asalariados vuelven a hacer suyas las preocupaciones de la nación a costa de una guerra mundial y hacen los sacrificios que ello exige, tanto materiales como espirituales. O si cambian de opinión.
¿Qué hacer? Dilucidar los cálculos estatales, criticar a los principales medios de comunicación nacionales y su cobertura mediática que crea enemigos, pero también criticar la lealtad que los asalariados muestran hacia la política y economía nacional en tiempos de paz, ofrecer resistencia práctica donde sea posible – todo eso es lo que hay que hacer si se quiere impedir que los asalariados acaben yendo a la guerra por unas condiciones que ya les perjudican a diario.Eso es todo por mi parte, saludos cordiales a Zúrich.
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Profesor Dhruba Mukherjee
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 02.030
Bloque “Fascismo y preparación de guerra mano a mano”
de Dhruba Mukherjee, Socialist Unity Centre of India (Communist)
Imperialismo, fascismo y resistencia popular
El fascismo es un fenómeno del siglo 20. Marx y Engels no lo vivieron. Lenin, tampoco vivió el fascismo en su forma completamente desarrollada, aunque Clara Zetkin en 1923 le presentó a la Komintern un informe sobre el fascismo. Sabemos, que la Primera Guerra Mundial se desató por conflictos por cuotas del mercado mundial. En esta guerra un campo imperialista salió como vencedor, pero la guerra no pudo solucionar la aguda crisis económica, sino que la agudizó aún más, lo que finalmente sumió al mundo capitalista-imperialista en la crisis económica mundial. El fin de la guerra estuvo también caracterizado por la exitosa revolución bolchevique, que llevó a la fundación del primer Estado obrero en el mundo, la Rusia soviética. La revolución hizo tiritar a la burguesía. Estos dos factores –la aguda crisis económica del capitalismo y el miedo mortal ante la revolución socialista– condujeron al nacimiento del fascismo. El fascismo floreció debido a la escasa conciencia política de la población.
El camarada Shibdas Ghosh, Secretario General fundador de nuestro partido SUCI(C) y gran pensador marxista, analizó, que al fascismo se le puede caracterizar como el amplio levantamiento contrarrevolucionario de la clase capitalista contra la revolución proletaria y que se sentó la base ideológica-cultural del fascismo mediante una rara fusión de espiritualismo con aspectos tecnológicos de la ciencia. El fascismo apareció por primera vez en Italia, y se manifestó en su forma más brutal en la Alemania nazi. Para ganar el apoyo de las masas, el fascismo se sirvió del mito del nacionalsocialismo, a pesar de que su objetivo principal de ataque era el comunismo. De hecho, en su comienzo las potencias imperialistas Gran Bretaña, EE.UU., y Francia le dieron mucho espacio a la Alemania nazi, con el objetivo de que se podría utilizar la potencia militar alemana para destruir a su enemigo principal, la Unión Soviética. El fascismo utilizó como arma al fanático chovinismo nacional para ganar el apoyo entusiasmado de la gente para desviarla del camino de la lucha de clases. Finalmente la agresión de las potencias del eje fascistas bajo el liderazgo de la Alemania nazi condujo a la Segunda Guerra Mundial.
La guerra terminó con la derrota de las potencias del eje, cuyo principal mérito se debe al Estado soviético dirigido por Stalin y a los inmensos sacrificios del pueblo soviético. Pero, como el camarada Shibdas había advertido hace más de 60 años antes, el fascismo a pesar de la derrota de las potencias fascistas se mantuvo en la estructura política-administrativa de todos los países capitalistas, tanto de los avanzados como también de los que se estaban desarrollando. Los rasgos característicos del fascismo; a saber, centralización económica, concentración máxima del poder político en el Estado, rígida dureza administrativa, reglamentación cultural, chovinismo nacional y la identificación del Estado con los intereses de los monopolistas, por lo cual el Estado fue sometido a los intereses de los monopolistas, se pudieron constatar naturalmente en diferentes niveles en todos los países capitalistas del mundo. Él dijo además: “El aparecimiento del fascismo en una forma «democrática» por el sistema parlamentario bipartididista es seguramente un fenómeno social del período de posguerra, que no tiene ningún precursor histórico. Debido a la aparente imagen democrática es al mismo tiempo lo más engañoso. Y de hecho engañó a muchos que intentan reconocer al fascismo en su forma y no en su contenido o en sus rasgos característicos.”
Hoy todo el mundo capitalista-imperialista se encuentra en una profunda crisis económica, y la militarización de la economía se ha convertido en una necesidad imperiosa para las potencias imperialistas/fascistas afín de relanzar artificialmente la débil economía y de esta manera superar la crisis. Por eso, para los países capitalistas-imperialistas se ha vuelto necesario la escenificación de guerras parciales y locales, la invasión de países más débiles y la instigación de un país contra el otro, o de una comunidad contra la otra, para reducir la acumulación de armas y el estancamiento económico y mantener la producción del complejo industrial militar en marcha.
En el mundo actual, vivimos que están avanzando fanáticas fuerzas derechistas fascistas. Sionistas fascistas, con el apoyo de potencias imperialistas, continúan implacablemente su genocidio contra el pueblo palestino. En mi país, la India, el partido BJP dirigido por el gobierno NDA de Narendra Modi muestra día a día con más claridad su carácter fascista. Destruye las instituciones democráticas, limita drásticamente las libertades burguesas y los derechos democráticos de los obreros y campesinos y saca leyes draconianas para encarcelar a cualquiera que se exprese contra el gobierno, organice movimientos democráticos o participe en ellos. Fomenta la ceguedad, el fanatismo e ideas anticientíficas y hostiles contra el esclarecimiento dentro de la población, desata divisiones comunales y el odio contra los musulmanes, alimenta el chovinismo nacional e incita a la histeria de guerra. Al primer ministro Modi se le presenta como el más alto líder (pensemos a Hitler como líder [Führer]). El vislumbre de esperanza es la formación de la resistencia de la población. El combativo movimiento campesino, que unificó a todas las organizaciones campesinas y que duró un ano, obligó finalmente al gobierno de echar atrás las leyes que se dirigían contra los campesinos. El consorcio sindical unido convocó a una huelga general para imponer sus reivindicaciones, y esto fue un éxito total. En todo el país crecen los movimientos de protesta.
Somos de la opinión de que por el momento es necesario que se construyan en todos los países amplias plataformas de todas las fuerzas antiimperialistas y antifascistas con los comunistas en el centro, para organizar movimientos de masas combativos contra la explotación capitalista, las maniobras de guerra imperialistas, la cultura fascista y los ataques fascistas en todos los ámbitos de la vida. Tenemos que esforzarnos por tener una coordinación global de estos movimientos. Sólo tales movimientos globales pueden parar guerras imperialistas y obligarlas a que renuncien a su política antipopular. Esta Conferencia es un paso en esta dirección.
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Professor Nako Stefanov
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 02.060
Bloque “Fascismo y preparativos para la guerra, mano a mano”
por Nako Stefanov, Presidente del Consejo Nacional de Paz de Bulgaria, Profesor Doctor en Filosofía, Candidato en Historia
Europa: Tiempo para el diálogo,
Europa: ¡Zona de paz!
Vivimos en una época de turbulencias peligrosamente crecientes, caracterizada por estallidos de enfrentamientos armados en puntos importantes del planeta. El año 2025 fue especialmente rico en conflictos militares, con la tragedia del genocidio en Gaza, el conflicto entre India y Pakistán, los ataques israelíes y estadounidenses contra Irán, los enfrentamientos en Tailandia y Camboya … Y, sobre todo, el conflicto a gran escala entre Occidente y Rusia en territorio ucraniano, que aún continúa.
No es casualidad que un grupo de analistas del llamado “Doomsday Clock” (Reloj del Fin del Mundo) haya declarado que la humanidad se encuentra hoy “a 89 segundos de la medianoche”, es decir, a punto de entrar en un armagedón nuclear global (batalla del fin del mundo). Ni siquiera durante la “crisis de Cuba” de 1962 la humanidad estuvo tan cerca de un final destructivo.
En el contexto de esta dinámica implacable para la humanidad, observamos cómo en una serie de países de la Unión Europea (UE), así como en el Reino Unido, se escucha cada vez con más frecuencia una retórica militarista contra la Federación Rusa. En lugar de que las llamadas “élites políticas” de Europa, que se había convertido en el campo de batalla de dos devastadoras guerras mundiales, hayan sacado las conclusiones de estas gigantescas tragedias, vemos exactamente lo contrario.
Observamos un revanchismo y una militarización abiertos, que requieren enormes recursos. Así pues, en lugar de centrar los esfuerzos en el tan necesario crecimiento de la prosperidad de los ciudadanos de los países europeos y en desarrollos innovadores, en las capitales de los principales Estados europeos _ Berlín, París, Londres y otras _ suenan cada vez más fuerte los tambores de guerra.
Esta actitud de los instigadores a la guerra contradice totalmente las opiniones de la mayoría de los pueblos de Europa. Por lo tanto, en nuestra opinión es necesario crear un frente de paz a escala europea como alianza de organizaciones y personas que se oponen a la guerra. Una de las tareas prioritarias de este frente sería hacer un llamamiento a un diálogo a nivel europeo en favor de la paz y la seguridad. Se debe aspirar a un diálogo en el que se tengan en cuenta los intereses de todas las partes. Es necesario reducir las crecientes tensiones y establecer una paz duradera, así como relaciones amistosas que beneficien a todos los pueblos europeos. Al mismo tiempo, el frente paneuropeo por la paz puede hacer un llamamiento a un diálogo mundial por la paz y la seguridad.
Es extremadamente importante que estos llamamientos se vean respaldados por protestas masivas contra los belicistas. Sin embargo, las protestas son una medida necesaria, pero no suficiente. En nuestra opinión, también debe elaborarse una alternativa positiva, para la que debería crearse una garantía jurídica. Deben organizarse referéndums en los países para convertirlos en “zonas de paz”. Este proceso puede comenzar a nivel municipal, es decir, con la creación de una “zona de paz” municipal. A continuación, se puede continuar a nivel nacional. Y, finalmente, ¡hay que poner en marcha el proyecto “Europa, zona de paz”!
Los países en los que estos referéndums obtengan una mayoría de votos deberían solicitar a la Asamblea General de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que les concedan el estatus de “zonas de paz”. Los parámetros del concepto de “zona de paz” deben formularse de forma detallada. No se permitirán bases militares extranjeras ni armas de ataque en su territorio, y cualquier agresión contra dichos países deberá ser reconocida como un crimen contra la humanidad. ¡En nuestra opinión, esto debería formar parte de medidas importantes que no permitan ¡que Europa y el mundo se quemen en un apocalipsis nuclear!
¡Muchas gracias por su atención!
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Silke Treusch
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 03.070
Bloque 3 “¿Cómo fortalecemos el movimiento mundial contra el fascismo y la guerra?”
por Silke Treusch
No permitamos que los intereses imperialistas nos instrumentalicen
Al comienzo del estallido de la guerra en Ucrania, varios sindicatos en Suiza convocaron una gran manifestación en Zúrich, en la que participaron 40.000 personas. En los discursos se condenó claramente el imperialismo, tanto por parte de la UE / EE.UU. como de Rusia. No pasó ni una semana y la confederación sindical europea silbó: quien siga con esos discursos, a él se le retirarán los fondos; eran gritos que resonaron hasta Latinoamérica.
¿Qué debemos hacer para movilizar contra la guerra a la gran masa de trabajadores organizados en los sindicatos?
Ninguna chance al anticomunismo
Ya durante la manifestación se observó que se estaba retrocediendo ante el anticomunismo. Sindicalistas que hasta entonces no habían tenido ningún reparo en relacionarse con las y los comunistas pidieron que sería mejor que no se unieran al bloque sindical. Las banderas rojas ya sólo se veían en pocos casos singulares en la manifestación.
El anticomunismo, el nacionalismo y el chovinismo son dos caras de la misma moneda.
Por lo tanto, marginar a las y los comunistas sólo beneficia al capital. Pues, desde siempre han sido enemigos activos de las guerras imperialistas.
La represión también aumenta en Suiza
Desde entonces, reina el silencio, sólo se habla en voz muy baja sobre el genocidio en Palestina o la guerra en Ucrania. Se insta a las y los sindicalistas en las empresas, incluso amenazando con el derecho laboral, a que mantengan la boca cerrada y no firmen convocatorias públicas.
Por supuesto, ésta es una situación fatal, pues las trabajadoras / los trabajadores de todos los países deben aprender a organizarse en sus países sobre una base internacionalista. Mi conclusión: la conciencia de clase está más que subestimada y es nuestra tarea elevarla y apoyarla.
La guerra hacia el exterior se prepara en el interior.
El Estado es un prestador de servicios para los monopolios internacionales y para financiar la guerra llevará al matadero los logros sociales conquistados. La guerra es la continuación de la política con otros medios. ¡Detengan el “paquete de alivio 27” del Consejo Federal! ¡Detengan el robo de 6.300 millones de francos suizos de los bolsillos del pueblo para el rearme militar y la preparación de guerra imperialista!
Las palabras “clase obrera” y “conciencia de clase” han sido eliminadas del vocabulario con el argumento de que la clase obrera es una reliquia de tiempos muy pasados. La tarea de los sindicatos sería evitar aún lo peor, no tomar posición política bajo ningún concepto, ya que las y los compañeros son demasiado diferentes en sus posturas políticas.
Los sindicatos deben desarrollarse en organizaciones de lucha y ser dirigidos por la base.
Debemos ocuparnos entonces de nosotros mismos
Hay otro punto más, el pensamiento de hacer actuar a otros en su lugar: el sindicato lo hace por nosotros, lo que significa los funcionarios del aparato sindical y los dirigentes elegidos. Mientras las compañeras / los compañeros y no aprendan a luchar por sí mismos, a ponerse activos por sus intereses, será difícil desarrollar una conciencia de clase sobre una base antifascista. Solo así podremos conseguir un polo fuerte contra las guerras imperialistas.
Únanse a las alianzas antiimperialistas.
Mientras las y los compañeros confíen en que el aparato sindical representa sus intereses, se llegará a un callejón sin salida y es grande el peligro de que se imponga un rumbo chovinista y no se toquen los intereses del propio gobierno.
Pues la amalgama de partidos políticos reformistas y sindicatos y su influencia en la política y la economía es grande. Y así, en última instancia, también se llena el tesoro de guerra, como ya ocurrió con la aprobación de los créditos de guerra por parte del SPD antes de la Primera Guerra Mundial, cuando la Conferencia de Zimmerwald se unió en contra de este rumbo.
Robert Grimm fue en su día el convocante oficial de la Conferencia de Zimmerwald. La lucha por el camino hacia un mundo en paz era ya entonces una discusión acalorada, también en lo que respecta al camino socialista. En contra de la experiencia de las últimas décadas antes de la Segunda Guerra Mundial, Grimm firmó en 1937 el así llamado acuerdo de paz con la industria metalúrgica. Ya no se podía entrar en huelga y se aprobó la política de paz social. Una decisión fatal que sigue dando frutos hasta hoy.
La conciencia de clase debe ser promovida de tal manera que las y los trabajadores comprendan de nuevo que tienen sus propios intereses de clase, que sí existen diferentes clases. Para ello, los sindicatos deben ser organizaciones de lucha y no dejarse instrumentalizar por uno u otro partido del capital. ¡Proletarias y Proletarios de todos los países, uníos!
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Andreas Buderus
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 02.020
Bloque “Fascismo y preparativos para la guerra, mano a mano”
por Andreas Buderus, “¡Decid NO!”
La razón de Estado significa guerra –nuestra respuesta es resistencia – Zimmerwald
Compañeras y compañeros, un fantasma recorre el mundo. Es el fantasma de creciente agonía, ignorancia y petrificación ante la escalada de la destrucción del mundo que nos rodea, la guerra global, el hambre, el desplazamiento y la huida, el libertarismo desenfrenado, el militarismo, el autoritarismo y el fascismo que está recuperando fuerzas a nivel mundial.
Actualmente son las y los obreros rusos y ucranianos, palestinos e israelíes los que están siendo sacrificados físicamente en la guerra. Pero también son los asalariados aquí en Alemania, en Europa y a nivel mundial los que ya están pagando por la política belicista de sus sectores dominantes y sufriendo sus consecuencias económicas, aunque todavía y en su mayoría a un nivel comparativamente “soportable”, porque desde una perspectiva global son considerados “privilegiados”. En Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y toda Europa se trata de pérdidas de puestos de trabajo y de salarios reales; en el sur global, es el colapso económico, precarización generalizada, depauperación, catástrofe climática, de huida y de hambre.
Se vuelve cada vez más evidente que la lógica de valorización capitalista reduce al ser humano a un mero recurso y a un consumidor normalizado de productos sin valor de uso real, sin ninguna consideración de las verdaderas necesidades humanas, los derechos o incluso la (super)vivencia individual y colectiva.
Pero la guerra global no es sólo un proyecto de gobiernos o tiranos salidos fuera de control. En todas partes, la guerra imperialista global es un proyecto que abarca toda la sociedad: desde los laboratorios de ideas (think tanks) de la extrema derecha, los parlamentos, hasta las naves industriales. Desde los noticiarios, las redes sociales, hasta las universidades, escuelas profesionales, escuelas primarias y guarderías. Desde los ejercicios militares, la preparación para la guerra de los hospitales en el marco de la colaboración civil-militar hasta la política fiscal.
El gobierno de guerra alemán 2.0 sigue impulsando este proyecto con toda fuerza. No sólo mediante el suministro de armas a Ucrania, Israel y otras partes beligerantes y el ilimitado endeudamiento especial para el gran rearme, sino también de manera estructural, lingüística e ideológica. Cuando el ex gerente de Blackrock y actual actor de canciller Friedrich Merz justificó el ataque de Israel contra Irán con las palabras que así Israel “ha hecho el trabajo sucio para nosotros”, no se trató de un desliz. Fue una confesión. Un programa. El programa de una gran potencia emergente que reconoce el horror descrito de las condiciones imperantes como una necesidad política y lo propaga con franqueza; el anuncio de una nación que quiere volver a ser potencia líder europea y global, cueste lo que cueste; o, en palabras del canciller de guerra Merz: “Whatever it takes” (lo que sea necesario). Ante tal descaro, cualquier persona que piense y sienta debe estremecerse y gritar … Hasta ahora, son demasiado pocos que lo hacen.
La historia de la sociedad capitalista muestra que la guerra agudiza y acelera la reorganización autoritaria del dominio de clase burgués. Esta dinámica se observa hoy en día en todo el mundo: en Israel y Palestina, en Ucrania, en Rusia, China y EE.UU.; también en los Estados de la Unión Europea, cada uno con diferentes características históricas y velocidades.
El nuevo autoritarismo no llega con un golpe de Estado, sino con la “razón de Estado”. Con el llamamiento a la “capacidad de defenderse”, a la “unidad nacional”, a la “capacidad de hacer la guerra”. Lo que están organizando y orquestando aquí la política y los medios de comunicación no es un Estado autoritario clásico de tipo prusiano guillermino impuesto desde arriba, sino una alianza autoritaria que abarca todos los sectores de la sociedad: los consorcios, la política, el gobierno y los medios de comunicación, y –¡que no se olvide!– los seguidores voluntarios de una parte considerable de la población, hasta muy dentro de las partes en muchos casos aún privilegiadas de la clase obrera metropolitana, que cada vez menos se percibe subjetivamente como tal.
La formación actual del Estado autoritario se caracteriza por la interacción de las y los autoproclamados “demócratas” burgueses y liberales y la extrema derecha, e impone así la fascistización de la sociedad hacia el interior – como la otra cara de la guerra imperialista hacia el exterior–, casi de manera “insidiosa” y aparentemente en el marco de la democracia burguesa.
Vivimos en una época en la que el capitalismo, ahora incluso en las metrópolis del norte global, se despoja cada vez más rápidamente de sus máscaras democráticas de constitución burguesa y “decencia”. El Estado autoritario sustituye al social. El militarismo sustituye el arreglo entre las clases. La promesa neoliberal “Si te esfuerzas, te irá bien” se sustituye por la orden: “Funciona. O te hundes.”
La barbarie ya no es un peligro abstracto, sino concreta vida cotidiana – producida por un sistema que ni conoce la paz, ni el futuro. No es un fenómeno marginal, sino una central respuesta de crisis a un orden mundial que ya no tiene nada que repartir, pero que debe defender su dominio hoy como antes lucrativo; apoyado en títulos de propiedad, fuerza de Estado, orden fabril y disciplina del patio de cuartel.
Por eso debemos pensar desde el trabajo. Desde la vida cotidiana. Desde la producción. Desde la logística. Desde los cuidados. Desde la escuela. Pues el fascismo y la guerra sólo funcionan si nosotros funcionamos. Y por eso nuestra respuesta tampoco es moral. Es material. Es: Rechazo. Bloqueo. Huelga.
Si nos negamos a la lógica bélica de los sectores dominantes y paramos el trabajo, en los lugares donde se hace la guerra, entonces también paralizamos su viabilidad.
Hoy, 110 años después de la primera Conferencia de Zimmerwald, nos encontramos en un punto históricamente similar. También en 1915, socialistas y antimilitaristas se reunieron para oponer una perspectiva socialista a la carnicería imperialista.
Pero Lenin criticó con razón: se quedaron a medias. Hicieron llamamientos en lugar de organizar. Condenaron la guerra, pero no rompieron con los simpatizantes.
Tomamos en serio esta crítica.
Por eso, nuestra respuesta como “¡Digan NO!” significa resistencia, concretamente:
1. No a la paz civil con el imperialismo alemán ni con ningún otro imperialismo. Ya sea el SPD, la CDU, el FDP o los Verdes, cualquiera que promueva el rearme y la preparación para la guerra, que suministre armas o defienda o relativice los objetivos bélicos nacionales, forma parte del problema.
2. Fuera la producción bélica de nuestras empresas. No al “capitalismo verde” que se transforma en economía de guerra. No a la participación en drones, tanques, armamento con inteligencia artificial o logística militar. ¡Conversión ahora, y no en algún momento!
3. Construcción de estructuras de resistencia contra el orden bélico.No de manera simbólica, sino práctica: ya sea con huelgas de advertencia en el puerto, negarse a producir armamento en la industria metalúrgica, a conducir autobuses y tranvías con publicidad del ejército alemán o a repartir cajas de pizza con publicidad bélica, con las y los profesores que no permiten que los oficiales del ejército alemán den clases a la juventud en sus aulas, o con el cumplimiento estricto de la normativa laboral y la no-participación en cursos de formación sobre cooperación civil-militar y triaje en el sector de salud: ¡Cada ruptura cuenta!
4. Apoyo a los objetores de conciencia, desertores y refugiados. Solidaridad con todos aquellos que huyen de la guerra, del dominio autocrático, de la persecución política, el hambre y la crisis climática, ya sea de Rusia, Israel, Sudán, Palestina o cualquier otro lugar. ¡No a la extradición, no al internamiento, no a la intimidación!
5. Resistencia contra la fascistización de la vida cotidiana y del discurso. No a la incitación al odio contra las y los refugiados, migrantes, desempleados, activistas climáticos, antimilitaristas, antifascistas y las personas queer. No a la militarización y el rearme de la policía, a la restricción del derecho de manifestación y huelga, a los servicios militares y obligatorios y a la militarización de la educación. ¡Acabemos con su razón de Estado!
6. Por un nuevo internacionalismo proletario. No a la unión con supuestas o presuntas “alternativas geopolíticas” como Rusia, China o los BRICS. No son antiimperialistas, sino propios bloques imperiales. ¡Nuestro bando es el de los explotados y oprimidos, no el de los aparatos estatales!
Los sindicatos no deben formar parte de la mesa redonda concertada de los gobiernos de guerra; deben estar del lado de la clase obrera internacional.
Nosotros decimos: el enemigo principal está en nuestro propio país, pero no sólo allí. Está en todas partes donde se libra la guerra en nombre del capital, la nación, Dios o el progreso.
Por eso, la ruptura de Lenin con el socialchovinismo de la Segunda Internacional sigue siendo de actualidad: También hoy se necesita una agudización esclarecedora – no en general entre “posiciones”, sino en concreto entre ilusión y análisis, entre encubrimiento y claridad, entre aferramiento intelectual y arranque revolucionario.
El derrotismo revolucionario significa criticar la guerra global que se libra, no sólo como “catástrofe moral”, sino como expresión económicamente necesaria de la lógica capitalista de valorización y del fascismo como su rostro de crisis político. De ello resulta una práctica concreta: socavar la paz social en las metrópolis, negarse a compartir los objetivos de guerra nacionales, unir las luchas sociales en la vida cotidiana con la resistencia internacional contra la guerra y la barbarie.
La consecuencia es: Ruptura en lugar de adaptación.
No habrá cambio mientras no pensemos las cosas hasta el final – y mientras no dejemos de aferrarnos a esos “movimientos” que no mueven ni a sí mismos ni a las condiciones.
Necesitamos un movimiento amplio, combativo, práctico, internacional, antimilitarista e internacionalista, que afecta a la guerra donde es más vulnerable: en la producción, en la logística, en el trabajo. Pues, si nos negamos, de manera colectiva, visible y decidida, entonces el sistema se tambaleará. Y de eso se trata precisamente: no de librar la guerra de manera “más soportable” por ser “(más) conforme al derecho internacional público”, ¡sino de ponerle fin de una vez por todas y hacerla imposible en el futuro!
Por una nueva Internacional de la resistencia contra el capital, el militarismo, la guerra y el fascismo. Repensar Zimmerwald: ¡clasista, revolucionaria, irreconciliable!
Fuimos. Somos. Seremos.
¡A luta continua! (¡La lucha continúa!)
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Peter Nowak
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Bienvenida 01.040
Peter Nowak, Inspirador de la idea
Personalmente, me definiría políticamente como comunista consejista. Pero en un tiempo de nueva guerra capitalista es necesario posponer las diferencias. El Estado capitalista responde con represión a todos los intentos de decidida práctica antimilitarista. Esto recién se evidenció a finales de agosto en Colonia, cuando se prohibió inicialmente un campamento antimilitarista. Un tribunal anuló la prohibición. Sin embargo, la manifestación final de las y los antimilitaristas por Colonia fue atacada varias veces por la policía y finalmente disuelta con fuerza. Varios cientos de personas permanecieron a menudo durante horas acorraladas por la policía y fueron fichadas. Un Estado que quiere hacer la guerra impone el silencio sepulcral en el frente de la patria mediante la represión. Estas son las condiciones a las que deben enfrentarse hoy en día las y los antimilitaristas decididos. Por eso es aún más necesario un nuevo Zimmerwald. Se necesita un nuevo Zimmerwald. La Conferencia de Zimmerwald, celebrada en plena Primera Guerra Mundial, se organizó conscientemente en la así llamada Suiza neutral. No era neutral, sólo no participaba en la guerra. Socialistas, anarquistas, pacifistas. Era una alianza en una época en la que todos los países capitalistas, Alemania y todos los demás, libraron guerra entre sí, y gran parte de los partidos obreros, que antes propagaban la lucha contra el militarismo, se habían alineado en el frente de la patria. La Conferencia de Zimmerwald fue un rayo de esperanza. Lamentablemente, hoy en día es poco conocida, a pesar de que en 2015 se cumplió su aniversario.
Pero desde la Conferencia de Zimmerwald surgió la izquierda de Zimmerwald, en la que estaban Lenin y los bolcheviques, pero también las y los anarquistas y comunistas que más tarde tomaron caminos diferentes. Tenían la posición del derrotismo revolucionario. A diferencia del pacifismo, aquí no se rechazaba cualquier guerra. Las y los derrotistas revolucionarios llamaban más bien a la lucha contra el capitalismo como causante de las guerras. Se llamaba a los soldados de la clase obrera a dar la vuelta a sus armas y apuntar con ellas contra los órganos del Estado capitalista. Sobre todo fue la Revolución de Octubre en Rusia que impulsó las posiciones de la izquierda de Zimmerwald en muchos países, entre ellos también Alemania. Al fin y al cabo, una de las primeras medidas de los consejos soviéticos revolucionarios fue el decreto sobre la paz. La Unión Soviética puso fin unilateralmente a la guerra y llamó a los soldados de todos los países a confraternizar entre sí y a apuntar sus armas contra los explotadores de todos los países. Los llamamientos tuvieron también sus consecuencias entre los trabajadores de Alemania. Richard Müller, un activista líder de los delegados revolucionarios, una autoorganización de trabajadoras y trabajadores berlineses en las fábricas durante la Primera Guerra Mundial, describió que a lo largo de 1918 aumentó el rechazo a la guerra y que había crecido el llamamiento a seguir el ejemplo de Rusia. Los oponentes de la izquierda de Zimmerwald eran reformistas como Kautsky y Bernstein, que después de la guerra querían volver a las condiciones de la sociedad anterior a la guerra. Pero la izquierda de Zimmerwald decía que no había vuelta atrás, porque el capitalismo siempre genera nuevas guerras. Tenemos que abolir precisamente este capitalismo. De ahí surgieron movimientos revolucionarios como la Revolución de Octubre en Rusia, pero también el movimiento de los consejos en Hungría, Alemania y muchos otros países. Muchos de estos inicios revolucionarios han fracasado, pero hoy es importante volver a Zimmerwald. Cuando nos reunamos de nuevo en Suiza, 110 años después, entonces deberíamos preguntarnos cómo podemos retomar el hilo después de más de 100 años. Para mí, habría tres puntos importantes.
Lo que analizó la izquierda de Zimmerwald sigue siendo válido hoy en día: en un mundo capitalista, las y los trabajadores no tienen ningún lado al que unirse. Más bien, el lema debería ser en todos los lados: Ésta no es nuestra guerra, ésta no es nuestra batalla.
Segundo: No sólo debemos combatir la guerra capitalista, sino también la paz capitalista, pues de ella surgen siempre nuevas guerras. Al igual que en 1915, hoy sigue siendo válido que no hay vuelta atrás a la paz capitalista, descrita con eufemismos como “orden mundial basado en reglas”.
Y una cosa más debe quedar clara:
Sólo las trabajadoras / los trabajadores, que constituyen la gran mayoría de la población, pueden poner fin a la guerra. En los últimos años ha habido algunos ejemplos esperanzadores en Francia, Italia y Grecia, donde las y los trabajadores han bloqueado el transporte de bienes de armamento. También en Alemania hay movimientos contra la transformación de la producción civil en producción de armamento, por ejemplo en Görlitz, Osnabrück y Berlín-Wedding.
110 años después de Zimmerwald sigue siendo válido:
¡Lucha de clases internacional contra las guerras capitalistas! En este sentido: que esta Conferencia en Zúrich sea el punto de partida de un movimiento internacional contra la guerra capitalista y la paz capitalista.
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Guanqi Xiang
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 02.020
Bloque “Fascismo y preparativos para la guerra, mano a mano”
por Guanqi Xiang de China - abreviado
Sobre el peligro de la guerra mundial y la responsabilidad de los comunistas
El peligro de una tercera guerra mundial se presenta ahora más claramente que nunca ante los pueblos del mundo.
Lenin nos dejó la famosa frase: “El imperialismo es la guerra”.
El origen de la guerra y el peligro de que estalle posiblemente la Tercera Guerra Mundial se encuentra en Ucrania.
Las contradicciones entre el bloque occidental, encabezado por el imperialismo estadounidense hegemónico, y el bloque oriental, encabezado por el imperialismo ruso neozarista, son la causa profunda del posible estallido de esta guerra. La guerra de agresión de la Rusia imperialista contra Ucrania será el detonante directo de la Tercera Guerra Mundial.
El presidente Mao Zedong hizo la siguiente profecía sobre el peligro de una tercera guerra mundial: “O la revolución impide la guerra, o la guerra provoca la revolución”. Sin embargo, las opiniones del presidente Mao no son dogmas, sino que debemos aplicarlas de manera flexible y correcta en la práctica. Todo depende del momento, el lugar y las condiciones.
Putin es el traidor más odioso y detestable al movimiento comunista; Putin ha instaurado y sigue instaurando la peor forma del capitalismo, la dictadura fascista de la clase burguesa; Putin es un hegemónico cuya base ideológica y teórica es el gran chovinismo ruso. Basándonos en estos análisis científicos, podemos prever claramente que Putin y Rusia no aceptarán negociaciones de paz, lo que necesitan es la rendición de Ucrania.
Por su parte, Ucrania no se rendirá ante Putin, el agresor ruso, no sólo porque el actual gobierno de Zelenski no lo hará, sino, lo que es más importante, porque el pueblo ucraniano no lo hará. Occidente, basándose en sus propios intereses, tampoco estará de acuerdo con que el gobierno ucraniano lo haga, sino que, por el contrario, seguirá aumentando su ayuda a Ucrania.
Basándonos en estos análisis, creemos que la guerra entre Rusia y Ucrania tiene un solo futuro: sigue extendiéndose cada vez más y llevará finalmente a la Tercera Guerra Mundial.
En esta situación, ¿qué deberíamos hacer los comunistas?
1. Revelar el peligro de una Tercera Guerra Mundial y el hecho de que este peligro proviene de la rivalidad imperialista, propagar la idea de Lenin de que “el imperialismo es la guerra”, e iniciar un movimiento popular contra la guerra en cada país del mundo.
2. Por un lado, hay que criticar los crímenes de agresión de Putin y Rusia, exigir a Putin y a Rusia que pongan fin a la guerra de agresión y retiren todas sus tropas de Ucrania de manera incondicional.
3. Hacemos un llamamiento a los verdaderos comunistas rusos para que se posicionen desde el internacionalismo contra la guerra de agresión iniciada por Putin y Rusia.
El Partido Comunista de Rusia, liderado por Zhuganov, se ha degenerado en un partido revisionista. Los verdaderos comunistas deberían reconstruir el Partido Comunista de Rusia guiado por el leninismo.
Si no estamos en condiciones de impedir que la guerra entre Rusia y Ucrania se convierta de una guerra local en una guerra mundial, la tarea histórica que se plantea a los comunistas será la de volver a iniciar la revolución socialista en todo el mundo. Para lograrlo, a partir de ahora, los comunistas en todos los países deben hacer tales preparativos ideológicos y organizativos.
Esta es la única salida correcta para resolver de raíz y eliminar la guerra.
¡Viva la victoria del socialismo!
Comunistas chinos (marxistas-leninistas-maoístas)
7 de junio de 2025
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Baghdad Fatafta
Conferencia de Zimmerwald 2.0: Ponencia introductoria 03.020
Bloque 3 ¿Cómo fortalecemos el movimiento mundial contra el fascismo y la guerra?
por Baghdad Fatafta
Estimado público, estimadas señoras y estimados señores:
Hoy no me dirijo a ustedes sólo como abogada palestina, sino como persona que vive cada momento de este conflicto y siente la injusticia que nos rodea. Les hablo desde Cisjordania, que a algunos les puede parecer tranquila, pero que en realidad vive en el ojo del huracán.
Gaza … la herida que no quiere curarse.
Permítanme comenzar con Gaza, que se ha convertido en una herida en el corazón de toda persona libre en este mundo. Lo que está sucediendo allí no es sólo una guerra, sino un genocidio en el sentido más literal de la palabra. Ninguna conciencia viva puede comprender el alcance de la destrucción y la muerte que azota a niños, mujeres y ancianos. Los hospitales son bombardeados, las escuelas destruidas y los sueños enterrados bajo los escombros. El silencio del mundo ante estas atrocidades es una vergüenza para la humanidad.
Cisjordania: ocupación silenciosa
En Cisjordania, la potencia ocupante continúa su proyecto de expansión de forma silenciosa, lejos de los flashes de las cámaras. El proyecto E1 no es sólo un plan de ingeniería, sino una puñalada en el corazón del futuro Estado palestino. Su objetivo es aislar Jerusalén de su entorno palestino y cortar el paso a Cisjordania. Lo que está ocurriendo aquí es la aplicación del apartheid en el lugar, donde se roba tierra, se construyen asentamientos ilegales y se restringe nuestra libertad de movimiento y nuestro derecho a una vida digna.
Prisioneros: fuerza de voluntad tras las rejas
No podemos hablar de nuestra lucha sin mencionar a los prisioneros y detenidos. Son símbolos de firmeza y llevan sobre sus hombros el peso de toda una causa. Están encarcelados por defender su tierra y su libertad, y tras las rejas sufren condiciones duras y constantes infracciones. Su causa es la causa de todos los palestinos y refleja la dimensión de la injusticia bajo la que vivimos.
Un llamamiento a la humanidad
Hoy estoy aquí para decirles que el rechazo de la guerra y el fascismo no es sólo un eslogan que repetimos en las conferencias, sino un compromiso moral con la humanidad. Debemos arrancar las máscaras del fascismo y hacer oír la voz de la verdad alta y clara. Callarse ante la injusticia es complicidad.
Como abogada y activista de derechos humanos, les insto a que den pasos verdaderos y prácticos. La condena y denuncia no son suficientes. Tenemos que trabajar para hacer responsables a los autores de estos crímenes , apoyar el derecho de los palestinos a la autodeterminación y ejercer presión para poner fin a esta despiadada agresión.
Para terminar, reafirmo mi convicción de que la luz triunfará sobre la oscuridad y que la voluntad de los seres humanos de alcanzar la libertad y la justicia es una fuerza invencible.
Gracias.